Hemos Comido…en La Cueva, en Alar del rey, un lugar de sobra conocido y con quienes me une una gran amistad.
Enero 2018. Salí de trabajar a las 14:30 y tomé camino a León donde teníamos intención de pasar el fin de semana. En poco menos de una hora estábamos a la altura de Alar, paré pensando en el famoso bocadillo de tortilla de chorizo, y eso fue lo primero que cayó.
Iba acompañado de mi mujer, ella había comido en casa, pero así todo tomó un flan. Yo tomé un cacillo de alubias de Saldaña, con un buen fondo de verduras, unas alubias viudas que me supieron a gloria.
Y una tapuca de albóndiga para terminar. Al final paré para tomar un bocata y resultó una comida.
A la vuelta de León estaba todo nevado y tenía miedo de que se cerrara, continuara nevando y no poder llegar a Santander, así que fui tirando hasta que casi estábamos en Cantabria y claro, paré donde sé que voy a comer bien.
Tomé una crema de boletus. Muy buena, de textura suave y gran sabor a hongo.
De la ida mi mujer se quedó con ganas de tomar las alubias de Saldaña, así que a la vuelta no se pudo resistir. Tan buenas como a la ida.
De segundo lechazo IGP. Buenísimo como siempre, jugoso, bien desgrasado por haberlo hecho poco a poco y bien tostada la piel. Acompañado de una ensalada de lechuga bien cargada de vinagre y sal, como a mí me gusta. Nunca falla, aquí el lechazo lo bordan.
De postre una tarta tatín que ya he tomando en otras ocasiones y que siempre que hay repito.
Buen precio, buena atencion y buenas viandas. Una cocina tradicional de diez.