Hemos Comido…con Juan en la Hosteria de Adarazo, me acerqué a disfrutar de unas jornadas unicas, carne de machorra con dieciseis años.
El primer pase va por disfrutar de la vista de lo que nos va a servir, una parafernalia que siempre es la misma, cotiilear un poco sobre los manjares que nos van a acompañar.
La terraza de tipo colonial de la Hosteria es comodísima y te astrae del mundo, yo cada vez que estoy hasta las cejas me acerco para inibierme un poco. Por ciento, este día venía con un buen dolor de cabeza y cuando me fuy por la puerta se me había pasado.
Cecina de verdad en su punto, sin el acompañamiento típico de aceite. Sabor a carne, a lo que tiene que saber una buena cecina de vacuno, con una justa infiltración e incluso cierto dulzor, muy agradable
Jamón de vaca similar en aspecto al clásico de ibérico, un cuasi crudo trozo de carne con un intenso sabor sin ningún tipo de injerencia, delicioso es decir poco, carne de lujo, muy agradable el encontrar alguna lasca de sal al masticarlo. Por cierto, el pan que te sirven me ha sorprendido muy gratamente, procede de Selaya según me informaron.
Changurro de nécora. Muy natural, sin excesivos añadido,s un bocado muy recomendable para terminar los entrantes.
Carne untuosa de gran sabor, punto perfecto para mi gusto. Sin la excesiva grasa perimetral característica de los bueyes. Con textura sin dejar de ser blanda y huele a gloria en brasa, a carne que no a grasaza, ligero tostado. Tomado sin sal descubres ocultos sabores a mantequilla, a pasto; el sabor a asado es más fuerte en los bordes, a mí particularmente me encanta junto con la carne pegada al hueso.
Rubia gallega machorra con dieciséis años y 40 días de maduración, carne que difícilmente vuelva a encontrar.
Una buena charla, unas viandas únicas y un lugar acogedor, poco más se puede pedir.