Hemos comido…en el Restaurante Volován, en Argoños.
Marzo 2013. Argoños está situado en la comarca de Trasmiera, este pueblo, de unos 1700 habitantes, es de una gran tradición de Mariscadores y Pescadores. Aquí se practicaba tanto el arte de pescar “a azadillo”, las Almejas en la Balsa, como esos estupendos peces que nos proporcionan las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, pescados, antiguamente, por botes que realizaban la pesca Trainando, botes de poco calado. Actualmente este arte está en desuso debido a la propia protección de sus marismas y su ecosistema.
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Hace tiempo que conozco este negocio y si bien no había comido nunca, si tengo que decir, que he parado varias veces a tomar alguna que otra cerveza, y siempre me ha llamado la atención tanto el trato exquisito de su personal, como las cervezas de cañero “tan bien echadas, reposadas y completadas” para sacar su máximo sabor. Un lugar donde las cosas no se hacen con prisa, se hacen bien. Otra cosa que me ha llamado en numerosas ocasiones, han sido sus pinchos de la barra, con aspecto de sabrosos y trabajados, toda una invitación a su comedor.
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Sábado soleado, el cuerpo nos pide pescado y hemos pensado en este lugar. Llegamos pasadas las dos y media, nos recibe un siempre amable Jesús Martínez, copropietario de este negocio junto a Gabriela, cocinera, desde hace “Ya 21 años” nos comenta Jesús. Pasamos por el bar a un Salón de 8 mesas, para unos 25/30 comensales, con una iluminación baja, ya que entra un resolillo potente a través de los Estores de las ventanas. Hay una mesa recién recogida, una ocupada y durante nuestra comida, entran otras dos. Nos presentan la carta y nos dicen los platos que tienen fuera de carta y los pescados del día.
Nos decantamos por un par de entrantes en forma de Pulpo a la Gallega y, cómo no, Almejas a la Marinera del Barrio de Ancillo, en este mismo pueblo. De platos fuertes pedimos un Jargo de Roca a la plancha y a mí me llama la Merluza Rellena de Marisco. Para Beber, Jesús nos aconseja un crianza de El Ciego, D.O. Rioja. Este va a ser en esta ocasión un Biga Luberri, vino embotellado y elaborado en las propias bodegas de la familia Monje Amestoy, suave pero contundente, bueno para ser un crianza.
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Llega casi inmediatamente el Pulpo, hay que puntualizar, que otra virtud de este equipo es el control de los tiempos entre plato y plato y la atención a la mesa sin apenas notarlo. Pues empezar pidiéndoos perdón, ya que al llegar el pulpo, le pegamos tres o cuatro pinchazos antes de sacaros la foto (la ración es mayor), el Pulpo en su punto, muy bueno, con unos pedazos que no engañan. Las almejas de estupendo tamaño y apariencia, están como solo alguien de aquí y con experiencia, puede poner. Hemos observado, que a diferencia de otros bares de la zona que sacan más y más Rabas, este saca varias raciones de Almejas a la barra… algo querrá decir, No? Al recoger los platos, le pedimos a Jesús que felicite a Gabriela porque estos entrantes “los ha clavao”
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Todavía estamos con una magnifica sensación cuando nos presentan los pescados, mi Merluza Rellena tiene una presentación magnifica, una buena ración, que cuando parto, no engaña con el relleno, la salsa estupenda. Muy buena nota para este plato. El Jargo, presentado en una bandeja, con un acompañamiento de patatas panaderas y un toque de ensalada, mi mujer me comenta que aquí también, Gabriela, le ha encontrado el punto optimo a este pescado fuerte y exigente para todo cocinero. Este pez, si bien es agradecido, también te puede poner en un compromiso si no está cogido ese punto, por el sabor fuerte, a roca, de este pescado, el cual, a día de hoy, resulta imposible su cría en cautividad.
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Terminamos con los postres, aquí, como siempre, nos acogemos a la alternativa de siempre. Para mí una copa de helado variado y para Ana un Cortado. Soy una víctima de tomar algo fresco para rematar una buena comida y posteriormente, un leve sorbo de vino. La copa de helado la presentan con tres bolas de helados variados, un toquecito de Nata y Fresas fileteadas, para mí, un placer.
Jesús reitera en varias ocasiones, el invitarnos a algún licor, chupito o copa. Hay que conducir y con dos o tres vinos, la ración con una buena comida está servida, le reiteramos las felicitaciones para la cocinera y le pedimos la cuenta. Al final 95,30 que pagamos a gusto ya que es así como salimos de este lugar del que tenemos que destacar tanto la simple pero buena comida como el trato muy amable y profesional de su propietario, Jesús Martínez.
Carretra Santoña-Gama Avda. Trasmiera 39197 Argoños 942626039