Hemos Comido…en Flor de Valencia, un lugar que me dejó un buen sabor gracias a sus arroces y al personal de sala.
Febrero 2019. Después de trabajar durante toda la mañana y parte de la tarde en una instalación de nuestra delegación en Valencia, me di una vuelta por todo el centro de Valencia, quería haber comido en Ricard Camarena pero no había sitio, así que de mala leche me puse a buscar algún sitio al que pudiera ir andando, no vi nada que me convenciera, pero al llegar al hotel, y pegado a este, me encontré con este lugar.
La Flor de Valencia es una arrocería situada en la avenida Cardenal Benlloch, muy próxima al centro. En seguida te das cuenta de que hacen cocina de cercanía con una gran influencia del producto local y de temporada, en resumen, lo que yo entiendo por cocina de calidad.
Me propusieron un cava de una zona valenciana, pero lo esquivé como pude ya que no son cavas de mis preferidos, siempre he opinado que en el mundo del cava no hay vida fuera de Cataluña.
Pero me contraofertaron un blanco de Chardonnay de nombre Icono, un monovarietal completamente de mi agrado. Limpio, luminoso y transparente. En boca resulta fresco, de paso largo, con cuerpo y bien estructurado. Acidez integrada y notable peso de fruta. Por cierto, la bodega es valenciana.
Comencé tomando media de crujiente de bacalao al ajoarriero. Una chocante elaboración, con crujiente exterior y gran sabor del contenido a bacalao y ajo. Buena elección.
También como entrante una torta de blanquet, el sucedaneo de chanquete. El chanquete pasó del anonimato, de morralla, a la gloria en poco tiempo, hubo de prohibirse su captura, ya que la red utilizada para pescarlo arrasaba, y por si fuera poco su gran demanda puso en peligro a la especie. Así que este blanquet era lo que se conoce como chanquetes chinos, o por otros nombres como pez plata o pez platino, que buenos están buenos y más en estre formato de torta muy similar a las de camarones, pero no son chanquetes. Los tomaba en Valencia hace muchos años, ya que viví por esa zona unos cuantos meses de chaval.
Antes de pedir me avisaron de que paella no hacían para menos de dos personas, pero que otros arroces sí. Yo no tenía ninguna preferencia, solo sabía que quería tomar arroz para cenar, así que pedí un arroz meloso del señoret.
El arroz meloso es una preparación de arroces con un punto de cocción intermedia, entre los arroces secos y los caldosos. Los arroces melosos se caracterizan por la ausencia de caldo tras su preparación y cierta untuosidad o aspecto oleaginoso, que no aceitoso. El arroz estaba brutal, con pescado y marisco limpio.
La base de este arroz es sepia, mejillones, tomate, langostinos y un gran fumet de verduras. El arroz resultó un acierto, elaborado magistralmente y una ración de la que pude tomer dos platos y algo más, terminé encantado.
Al final, y tras una agradable cena en un agradable local con un buen anfitirón y unas buenas y locales viandas, el precio resultó de lo más comedido. Si vuelvo por Valencia seguro que vulevo a este sitio.