Restaurante De Morro Fino Santander, un buen banquete

Hemos Comido…en De Morro Fino con nuestros buenos amigos Emilio García en la cocina y Pablo Salas en sala.

Comida de trabajo, me pidieron que hiciera de cicerone buscando un sitio donde disfrutar de una buena comida a buen precio. Reservamos, y al terminar con el trabajo nos acercamos a comer, a la salida del tunel de Tetuán donde se encuentra el local. Comimos de todo, desde el plato del día hasta unos callos de final de comida, en resumen, BRUTAL. 

Al acercarnos a De Morro Fino nos encontramos con un local moderno, acogedor, donde todo es posible, comer un plato del día con media ración de lo que sea y una elaboración que se le ha ocurrido a Emilio sobre la marcha, no existe la riguidez característica de la mayoría de los establecimientos de nuestra ciudad, 

Yo lo tengo por lugar de desayuno, ya que si te acercas a una hora razonable te encuentras con una oferta de tortillas que no hay en otros sitios; La mayoría de las tortillas creativas que te encuentras en De Morro Fino marcan una diferencia con la oferta habitual. Esta de la fotografía, de bonito y oricios, está de rechupete.

Restaurante Morrofino Santander

Recuerdo una visita, en la que llegaba después de una árdua jornada de trabajo, no habia comido y llegaba con la intención de tomar un pincho de lo que fuera, pero no había nada. Ya resignado me iba por la puerta cuando me llamó un camarero y me dijo que en un momento me preparaban un pincho, si esperaba un par de minutos. Al final el pincho era una carrillera con una base de puré setas y una tosta de pan. Acompañados por un puré de boletus pocos pinchos, tapas o raciones me han sabido tan bien, en la fotografía de abajo lo podeis ver. De irte cabizbajo pensando en buscar un lugar donde comer lo que sea, a irte con un sonrisa después de haber tomado un pincho como un señor.

Restaurante Morrofino Santander

Éramos tres y se empeñaron en tomar unas zamburiñas, algo de lo que estoy más que harto. Yo no participé en la ración, pero después de verlas empecé a arrepentirme, ya que de entrada las sirven con la parte anaranjada, que no ponen en ningún sitio y que no termino de entender porqué. A ellos les gustó muchísimo.

Restaurante Morrofino Santander

Continuamos con unas alcachofas confitadas y posteriormente planchadas que resultaron un auténtico vicio. Por cierto, compartimos todas las raciones. Si hay algo que domina Emilio son los vegetales, pero como nadie, en su anterior trabajo llevaba años con las jornadas Vegetalissimo en el Balneario de Puente Viesgo, las jornadas más importantes de vegetales de Cantabria, por eso borda las alcachofas. 

Restaurante Morrofino Santander

El siguiente, unas patatas en salsa verde con albóndigas de merluza. La merluza es un pescado que no me gusta nada, pero las patatas en salsa verde con merluza me encantan, retiro la merluza y me como las patatas. Con lo que no contaba es con lo buenas que estaban las albóndigas de merluza, que por cierto era el guiso del día, a los tres comensales nos encandiló el guiso.

Restaurante Morrofino Santander

Continuamos con un imprescindible de la gastronomía de la bahía de Santander, cachón en su tinta con arroz blanco. Exhultante, delicioso, blando y de abrumador sabor. Gastronomía tradicional, platos de siempre. 

,Restaurante Morrofino Santander

Este siguiente fue una sorpresa para los otros dos comensales, que no conocían los callos de bacalao. Huevo poché con callos de bacalao, una elaboración de las tripas de bacalao con una salsa de callos y un huevo, para chuparse los dedos.

Restaurante Morrofino Santander

Para finalizar con unos callos tradicionales con el justo picante de la cayena. Buenos no, lo siguiente, van a formar parte de mi ranking particular de callos.

Restaurante Morrofino Santander

En fin, De Morro Fino tiene su nombre por algo y no defrauda, todos salimos contentos.

Por El Mule

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