Hemos Comido…en La Lola, a pocos metros del Pilar, recién llegados procedentes de Soria.
Comida familiar en La Lola, un lugar que visita asiduamente mi hija, que vive a pocos metros, donde manejan muy bien el tema del gluten y que dispone de un menú de fin de semana bastante bueno; de hecho solo tiene menú el fin de semana y como pudimos comprobar tiene gran demanda.
El comedor principal se encuentra en la planta baja y allí nos tenían reservada una mesa.
El menú tiene buen precio, y más en la zona en la que se encuentra, a pocos metros del Tubo y a menos de cien metros del Pilar. Cuatro primeros y cuatro segundos donde elegir.
Ya había encargado mi diligente hija una botella de cava para que estuviera fresca a la llegada y así fue, nos estaba esperando.
Mientras nos tomaban nota y para acompañar al cava, unas aceitunas.
Yo empecé fuerte, unos garbancicos con callos. Un guiso que siempre me ha encantado, y que por cierto resultó una buena elección. El garbanzo bien hecho, ni duro ni deshecho y unos callos caseros muy sabrosos que aportaban al guiso un sabor buenísimo, que es precisamente de lo que se trata. Para mi sorpresa les acompañaban unas piparras, nunca las habia visto de esta manera pero ciertamente que acompañaban bien.
Otro de los comensales tomó un carpaccio de tomate con canónigos, vinagreta de miel y mostaza, nos hizo partícipes de lo buena que estaba.
Y el otro comensal se tomó uno de sus platos favoritos de lugar, el rissoto de hongos, así que como podeis imaginar le gustó bastante.
Los otros dos comensales tomaron algo que me sorpendió por el nombre, filete de chuletón deshuesado de buey, muy bien según los dos.
Yo opté por rabo de vacuno, resultó una perfecta elección, con una rica salsa acompañada de unas patatas bien fritas.
Para terminar solo yo tomé postre ya que no lo había sin gluten, así que me pusieron un mix de lo que tenían.
Un buen precio, un buen servicio y un lugar céntrico en Zaragoza.