Hemos Comido…en El Bosque, en Hoznayo, un remanso de paz donde disfutar en la terraza de cocina artesana de verdad.

La oferta sigue siendo en el formato que se planteó desde un principio, producto de cercanía de la propia huerta e incluso de la propia ganadería, esta última muy pequeña. Huevos, tomates, frutas, quesos y todo lo que es posible conseguir por los alrededores.

Restaurante El Bosque Hoznayo

Restaurante El Bosque Hoznayo

Restaurante El Bosque Hoznayo

Restaurante El Bosque Hoznayo

Restaurante El Bosque Hoznayo

Restaurante El Bosque Hoznayo

Combinado con la carta dispone de menú del día, del que habitualmente siempre se me antoja algo ya que a la vista me suele llamar la atención.

Restaurante El Bosque Hoznayo

La carta es cortita y se suele complementar con algunos fuera de carta diarios, que dependen como es lógico del mercado.

Restaurante El Bosque Hoznayo

El pan, algo tan inmportante a la hora de comer, aquí se cuida bastante, disponen de pan de hogaza de masa madre, muy de mi gusto,

Restaurante El Bosque Hoznayo

Comencé con una ensalda de queso azul, tomate y lacón. Una poco habitual ensalada que me pareció genial. Tomate de cercanía justo de maduración, sin pasarse, y el toque del azul junto al lacón que combinan a la perfección.

Restaurante El Bosque Hoznayo

Arroz blanco con un sabroso guiso de carne, que en esta ocasión era el plato del día y formaba parte del menú. Un guisazo como los que se hacían en mi casa, combinado con un arroz blanco que se integra como nada con la salsa de la carne y que me trae recuerdos de la infancia, me encantó. Carne y mucha verdura en el guiso: pimiento, cebolla, zanahoria, ajo, etc…

Restaurante El Bosque Hoznayo

Para terminar otro habitual del lugar, pero que no tienen siempre, pata asada acompañada de manzana a la brasa y patatas. Todo un clásico de la cocina gallega, que me trae recuerdos de la mili, cuando una vez a la semana en el bar de al lado (La Parra) se pasaban desde primera hora de la mañana asando en un horno de leña una pata de cerdo, el aroma inundaba el barrio y todos los quintos estábamos esperando a la hora en que lo sacaban a la venta para salir a comprar el bocadillo de pata asada.

Muy parecido y como tal un perfecto recuerdo de sabores básicos y casi olvidados, un asado basado en fuego, sin trampa ni cartón.

Restaurante El Bosque Hoznayo

Para terminar, una deliciosa tarta de queso al horno.

Restaurante El Bosque Hoznayo

El precio no se puede mejorar, tres medias raciones a cual más atrayentes y emotivas que me hacen volver a la juventud y a la niñez.

Por El Mule

Etiquetas del articulo

Compartir

Categorías
Scroll al inicio