Hemos Comido…en la Cantina, que ha resultado todo un descubrimiento, un mejicano que merece la pena visitar.
Y lo digo porque cada vez que vengo (que ultimamente son unas cuantas) tiene algo nuevo, o algo que al menos yo no he probado, aunque nos gusta repetir de lo bueno conocido y aquí esto último es bastante.
En esta ocasión la novedad fueron unos tamales, una elaboración que no me ha gustado en ninguna ocasión que la he probado. El tamal es un alimento de origen americano, preparado generalmente a base de masa de maíz rellena de carnes, vegetales, chiles, frutas, salsas y otros ingredientes, envuelto en hojas vegetales como de mazorca de maíz o de plátano, bijao, maguey, aguacate, canak, entre otras, e incluso papel de aluminio o plástico, y cocida en agua o al vapor.
Comenzamos picoteando la tapa clásica del lugar, unos nachos con salsa un poco picantilla y unos jalapeños.
Empezamos con lo que siempre, o casi siempre, pedimos de primero en este lugar, unos nachos bikina para continuar con la tapa. Traen queso, guacamole, frijol y tomate, combinados con las salsas que los sirven, y que están que no puedes decir basta, todos los que comas, aunque sean muchos, se te hacen pocos. En esta ocasión comí con una cerevza algo más tostada, una Negra Modelo. Negra Modelo, mejor conocida como «La crema de la cerveza», es una cerveza tipo Munich con 5.3º de alcohol que ofrece un sabor equilibrado y un delicado aroma a malta oscura, caramelo y lúpulo. Hoy ocupa el primer lugar en ventas entre cervezas oscuras en Méjico.
Y le entramos al tamal, que a mí sigue sin volverme loco, pero la verdad es que este estaba mejor que otros que he comido anteriormente, aunque sigue sin ser algo que me entusiasme, ni su textura ni su sabor.
Como os adelantaba, nosotros solemos repetir cuando nos gusta algo. Por cierto, éramos tres comensales y dos de ellos celiacos. Repetimos de las tortitlas de camarones, más bien de langostinos. La verdad es que están muy buenas.
También como novedad pedimos unos molotes. Es una elaboración de una mezcla de masa de maíz y puré de patatas, los cuales se rellenan con carne (picadillo) carne deshebrada o algún otro guiso. Se fríen en abundante manteca o aceite. Esta nueva incorporación sí que resultó del agrado de todos.
Y para terminar un asado que aquí hacen mejor que en ningún sitio, un codillo maya, que acompañado de unas tortitas, su salsa y algo de pico de gallo resulta delicioso y un fin de comida potente, vamos, para ir bien servido.
Un café de olla que por cierto me gusta, es diferente. Buena atención y buen precio hacen que cada vez que no hay ganas de pringar en la cocina nos acerquemos a esta cantina,.
