Hemos Comido…en El Cocinero, habíamos quedado cuatro para comer, pero una eventualidad nos obligó a ser tres.

Septiembre 2016. Yo últimamente no suelo ir mucho a la playa, a no ser a horas intempestivas, en invierno o a pasear, en verano los días de playa la mayoría de la gente opta por esta posibilidad dejando bares y restaurantes a merced de desalmados de mi calaña, así que aprovecho para gozar de su aire acondicionado, de una atención superior debido a la menor afluencia de público y a unas elaboraciones menos aceleradas.

Restaurante el cocinero Santander

El Cocinero es un lugar de los que yo considero fetiches, siempre encuentro algo sorprendente o nuevo, aquí o en su anterior emplazamiento (El Baruco de San Martín) he descubierto productos tan espectaculares como el Scrab, el cangrejo real fresco o el salmón canadiense, manjares únicos y poco vistos hasta aquellos momentos.

Restaurante el cocinero Santander

Ángel Bello, el chef del lugar, elabora una cocina de producto con elaboraciones justas, donde predomina la esencia del producto. Una de estas elaboraciones es el cebiche de vieiras. Vieira recién marinada y acompañada de cebolla amortiguada, un poco de ají y el consabido cilantro, pero en su justa medida, una elaboración de 10 y de gran sabor.

Restaurante el cocinero Santander

Continuamos con un salmón gravlax o a la escandinava. Gravlax procede del sueco y significa enterrado, esta palabra está relacionada con la forma de preparar el salmón que antiguamente tenían. Este pescado lo elaboraban enterrándolo bajo tierra y añadiéndole eneldo, enebro y una marinada con sal y otros ingredientes, lo envolvían en pieles de animal y lo dejaban hasta que el pescado sufría una fermentación.

Hoy en día ya no se utiliza esta antigua receta y es una marinada sobre sal y azucar. El resultado es un salmón de agradable sabor, en esta ración acompañado de pepino y algas que le van a la perfección, unas huevas de trucha y de tres salsas diferentes, de las cuales no probé ninguna debido a lo bueno que estaba solo.

También tomaron una ensalada de bacalo de la que no tomé ni foto ni la probé, pero que gustó bastante al comensal.

Restaurante el cocinero Santander

A continuación un bacalao braseado, acompañado de unas verduritas con su punto al dente. Punto justo del bacalao y bien sabroso, se separaba en lascas, un trozo generoso de lomo de una calidad extraordinaria. 

Restaurante el cocinero Santander

Para terminar con lo salado un solomillo de los Valles del Esla. Una carne buena, pero que a mí no me vuelve loco, son animales bastante jovenes, en la mayoría de los casos ternera y como tal su sabor es bastante más suave que animales más viejos. De todos modos el solomillo estaba estupendo y el acompañamiento de patatas y verduras rendía un perfecto homenaje a la carne.

Restaurante el cocinero Santander

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De postre dos helados a compartir. En realidad, a excepción de la ensalada, todo lo compartimos.

Restaurante el cocinero Santander

Restaurante el cocinero Santander

Y para terminar un cubata de los que te dejan como un señor.

Restaurante el cocinero Santander

La nota resulto abultadó pero nos pusimos com el Kiko, y todo de primera calidad. Donde hay producto ya se sabe, hay que pagarlo. De todos modos, comparado con otras ofertas fuera de nuestra comunidad, el precio comparativo resulta muy bajo. 

Restaurante el cocinero Santander

El Cocinero, un lugar de referencia para nosotros donde descubrimos elaborados diferentes y donde Ángel nos mima con una cocina de producto y temporada.

 

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