Hemos Comido…en El Hostal, este lugar es un recurso donde quedar bien con quienquiera que te acerques y aprecie un mínimo la gastronomía.
Agosto 2018. Me acerqué con un amigo al que le gusta comer, pero que no conoce en profundidad la oferta de nuestra comunidad, este era uno de los lugares en el cual no había estado, para mí es un restaurante que debe conocer todo buen comedor, la razón es muy simple, nunca defrauda, símbolo de la buena gastronomía de nuestra comunidad.
Gustavo siempre ha sido mi cocinero fetiche de Cantabria, siempre me ha sorpendido, me sigue sorprendiendo y por qué no decirlo, todo lo que hace lo hace bien. El restaurante es una auténtica delicia, con un primoroso jardín, una buena terraza y unos comedores privados muy bien dotados.
La carta se suele ceñir a la temporada, salvo algunos fijos que ninguna carta que se precie puede prescindir debido a que se han convertido en clásicos de la casa.
Un caluroso día de verano que imponía comer en el jardín y acompañarse de un buen cava, Agustín Torrelló Mata reserva 2013, un cava agradable, limpio y elegante, que destaca por sus notas frescas y afrutadas, el mejor acompañante para una jornada veraniega.
Comenzamos con un carpaccio de vaca vieja. Justamente cortado, gordito, verdadero sabor a carne, un ligero chorrete de aceite y unas láminas de grana padano. Brutal, la carne perfecta, sublime de sabor, inolvidable.
Compartimos también unas albóndigas, toda una seña de identidad de la casa. Insuperables, grandiosas, jugosas, de potente sabor, con una también potente salsa y unas patatas que bañadas en la salsa te hacen dudar sobre qué tomar, si las albóndigas o las patatas, al final las tomas en matrimonio.
De segundo pedimos los dos los mismo, bonito a la parrilla con vinagreta de tomate. Una elaboración que me maravilló. Un buen taco de bonito a la parrilla con una fría vinagreta de tomate y cebolla roja cruda. Apoteósico, si los dos entrantes anteriores nos encantaron esta elaboración nos dejó boquiabiertos.
Nunca había tomado el bonito de esta manera, sí de formas similares, pero nunca de esta en concreto, me ha enganchado, lo malo es que ha terminado la temporada de bonito y hasta el año que viene no puedo repetir, pero tengo claro que lo haré.
Con el postre un PX congelado, una golosina en forma de vino que a mí me rechifla, helado viscoso.
Compartimos tarta de queso.
Tiramisú también compartido, tan bueno como siempre.
La Relación Calidad Precio es inmejorable, pocos sitios ofrecen tanto, tan ajustado, servicio, elaboraciones inmejorables y producto. Calidad en general. Nunca defrauda.