Hemos Comido…en Valencia en la zona de Rufaza, un lugar de moda que acumula locales gastro.
Teníamos intención de conocer de primera mano la zona de Ruzafa, así que nos acercamos andando. Con un enfoque claramente juvenil, donde conseguir sentarse en la terraza es todo un logro, ya que el úublico hace tarde en el mismo sitio y no es frecuente el cambio de lugar.
Como llegamos pronto, en un par de bares y/o restaurantes, pudimos sentarnos hasta que llegaran los reservistas.
Terminamos sentándonos a cenar en Dando Leña, un local de los que parece ser de moda y del cual mi primera atención se centro en un plato de caolín roto que me plantaron en la mesa con un «pedazo desconchón», a lo largo de la cena se repitió el uso de vajilla que debería estar desechada.
Nos presentaron la carta, donde solo había la posibilidad de tres menús al completo, algo que me repatea por muchas razones, sobre todo porque me gusta elegir que cosas quiero comer y en estos menús siempre hay algo que no me gusta, y andar contando cuentos no es plan. Si pides a la carta pides lo que quieres y a correr, o mejor dicho a comer.
Comenzamos con una ensaladilla bastante aceptable.
Continuamos con el cansino tartar de atún, ya estoy harto de verlo en todos lo sitios y es algo que no hubiera pedido en esta ocasión.
Continuamos con unas papas de aspecto sospechoso “Dando Bravas”, feas como poco, tampoco me sedujeron lo más mínimo.
Los no celiacos, con una croqueta de jamón, setas y trufa, normalita; y los celiacos unas setas con una salsa similar a una teriyaki, no se deciros pues no lo probré, pero a ellas pareció agradarles.
Para terminar, no creo haber visto nunca unas tortitas más deprimentes, con rol de cerdo ibérico que era un trozo de grasa.
Para terminar postre de brownie y helado, el aspecto del brownie no era precisamente apetecible, allí quedó.
Bueno, no todo puede salir bien, de vez en cuando se pincha.