Los Consejos Reguladores de distintas Denominaciones de Origen de España, suelen recomendar como se debe conservar y consumir EL QUESO.

No en vano, procedemos a sugerir algunas de ellas:

Temperatura ideal

Para evitar que un queso se raje, agriete y reseque resulta imprescindible envolverlos bien. Las temperaturas excesivamente frías del frigorífico son las causantes de dicho resecamiento en los quesos.

Los quesos de pasta dura requieren una temperatura de conservación entre los 8º y 12 ºC, mientras que los quesos de pasta blanda y los azules prefieren temperaturas más bajas entre los 4º y –8ºC

Envoltorio

Para envolver los quesos, lo más simple es utilizar su envoltorio original o los films de uso alimentario evitando apretarlo demasiado para que el queso no se recaliente y aparezca moho. El papel sulfurizado resulta el más efectivo al ser este más grueso, aumentando por ello el grado de protección.

Los quesos también pueden conservarse en tappers pero con los quesos blandos se corre el riesgo de que fermenten a consecuencia de la falta de oxígeno produciendo olores pútridos.

Un buen truco para conservar los trozos de queso durante más tiempo consiste en tapar los ojos o hendiduras con un cuchillo que de alguna manera impermeabiliza el corte evitando que aparezcan mohos.

La mejor manera de conservar en el frigorífico los quesos con mohos en superficie es envolverlos en un trapo de algodón ligeramente humedecido. En los quesos de corteza lavada o cuando se desea retrasar la aparición de moho, conviene que el agua utilizada esté ligeramente salada evitando que la pasta se seque y la corteza se agriete

Tiempo de conservación

Los quesos de formato pequeño, poco curados, de pasta blanda o procedentes de leches de bajo contenido graso (vaca frisona) son los que tienen una menor conservación, resultando por ello conveniente no conservarlos en frio más de 15 o 20 días.

Los quesos de pasta azul (DOP Cabrales) de formato grande se conservan en buenas condiciones durante un mes, mientras que los pequeños tienden a resecarse a la semana.

Las tortas (DOP de la Serena) conviene consumirlas lo antes posible y nunca después de 30 días.

Los quesos de cabra de pasta prensada de 1kg de peso aguantan muy bien durante 1 o 2 meses dependiendo de su estado en el momento de la compra. Cabe mencionar que aquellos quesos elaborados a finales de invierno (en el mercado a partir de abril) son los más aromáticos y grasos.

Los quesos de oveja de pasta prensada de 1kg de peso pueden conservarse durante varios meses. Cuanto más dura la pasta y más grasa la leche mejor será su maduración y conservación.

Congelado

La congelación resulta adecuada para los quesos más blandos y cremosos, aunque se perderá algo de sabor y aroma. Lo más conveniente resulta cortar el queso en trozos pequeños, congelar y descongelar progresivamente en el frigorífico hasta que adquiera su textura original y posteriormente a la temperatura adecuada para la degustación.

Los quesos duros sufren una modificación de su textura al ser congelados. Al descongelarse se desmenuzan al ser cortados.

 

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