Hemos comido…en Las Carolinas, primera comida del año 2018, como siempre y sabedor de nuestra llegada Alfonso nos esperaba con una botella de cava.
Enero 2018. Tocaba comida con mi hija y uno de los sitios donde más le gusta ir es a Las Carolinas, una de las razones por que conocen el problema celiaco y aquí se desentiende pues confía en el personal de la escuela.
Pedimos y a partir de aquí todo cambio de rumbo, se me cortó la digestión antes de empezar a comer y empecé a sudar y a sentrime muy mal, pero mantuve el tipo hasta el final, no probé nada de la comida, así que mi hija se puso ciega pues la mayoría de lo pedido estaba libre de gluten, así que mucho no voy a poder contaros de esta comida.
Comenzamos con unos aperitivos.
Menestra de temporada. Lo pidió el otro comensal y le gustó.
Yo pedí tartar de salmón, que no probé y que cayó en manos, más bien en boca, de mi hija. Le gustó, de hecho le gusta mucho el salmón.
De segundo había pedido bacalao a la montañesa, pero esto no pudo ser se quedó entero.
De segundo mi hija tomó maganos, le gustaron.
Para finalizar de postre sopa de melón y mango.
Y peras al vino.
Para terminar unos bombones.
No os puedo decir mucho más pues la verdad es que lo pasé mal, pero a primera vista todo merecía la pena, como siempre.