Hemos Comido…en El Pericote de Tanos, como todos los años a raiz de la Feria de la Alubia de Casar de Periedo nos acercamos a Tanos a darnos un homenaje.
Ya lo tenemos por costumbre y tradición, nos vamos prontito a la feria, la recorremos, hacemos unas compras y nos venimos en dirección a Torrelavega, haciendo alguna parada, este año en Torres que tiene una buena zona para blanquear. Lo primero que nos encontramos es que embotellan su propio vermut, y la verdad es que no nos extrañó lo más mínimo, llevan mucho tiempo macerando su propia fórmula, este era el siguiente paso.
Este año me he retrasado en sacar el artículo pues no he tenido prácticamente tiempo entre viajes, fiestas y demasía de trabajo, lo he ido posponiendo para hoy pero no tiene desperdicio, esta es una de las mayores glotonerías del año y nos vemos inmersos en un menú centrado en la carne, más en concreto en unas carnes únicas de Cantabria.
Este año optamos por tomar solamente un vino, cava Elyssia, uno de mis favoritos de Freixenet, que como es habitual acompañó a la perfección de principio a fin.
Antes de comenzar nos presentaron los cortes que íbamos a degustar, por si queríamos cambiar algo, pero la elección era magnífica y continuamos con lo que había seleccionado Cesar, y que no son los que aparecen en las fotos, pues yo estaba de cháchara en la otra esquina del local.
Comenzamos picando medio tartar de atún. Buena calidad de pescado y elaboración muy limpia, sin grandes añadidos, permitiendo el protagonismo al pescado.
Y también tartar de solomillo. Al igual que el anterior la carne tiene el verdadero protagonismo, acompañado de un huevo que aporta un toque meloso al conjunto, buenísimo.
Y seguimos con los entrantes, unas mollejas aptas para celiacos. Como siempre, aptas o no aptas, estas mollejas no tienen igual, interior jugoso y exterior crujiente y perfectamente escurrido. Sabor y textura a raudales.
Continuamos con el guiso de día, cuatro medias raciones, unas de verdinas con pulpo, almejas y calamares, que no podía tomar uno de los comensales. Me resultaron un poco insulsas.
El cuarto en discordia se tomó unos caricos con carrilleras que le complacieron mucho.
Antes de comenzar con la carne a la piedra, una tapita de este medio-embutido-cecina que preparan ellos y que cualquier calificativo se le queda corto, el punto medio de maceración, gran sabor, hacen de este elaborado algo único.
Y comenzamos con la carne. Dos trozos de carne, uno de buey y otro de vaca, dos cortes de 1,3kg. y 1,4kg. A cual mejor, el buey más graso algo, más suave y con cierto toque de dulzura; la vaca más magra, diría que algo más recia y con un punto más de sabor. Pero entrar en discusiones sobre uno u otro no tiene sentido alguno, las dos carnes eran únicas y exquisitas.
Como siemrpre venían acompañadas de unas buenas patatas fritas y unos pimientos asados, que aportan valor a la carne.
Tres postres distintos que compartimos, tarta de queso, tiramisú y leche frita, a cual mejor.
Para terminar el unico whisky que tomo a lo largo del año, un whisky con ginger ale que no ponen en ningún otro sitio como aquí. La gota que colma el vaso.
Si factura resultó importante, pero la comida también lo fue, importante y única. Como siempre el servicio atento y el producto de primera, único.