Hemos Comido en Casa Cofiño, en Caviedes quesos, vinos y mucho más.
Hace años que no logro conciliar una comida en Cofiño, siempre me ocurre algo. Pero eso sí, siempre intento llevar a casa alguno de los quesos que tan magistralmente elegidos tiene en su tienda.
En esta ocasión tocaba comenzar con cava, era la primera ronda de un domingo de aperitivo y bastante prontito. Cava (Castellroig Brut Nature) y tapa de chorizo, un chorizillo de rueda, delgadito y un poco picante, estupendo, acompañado de unos picos con algo de ajónjoli que estaban de vicio, de los que por cierto se me olvidó preguntarle si los vendía o donde los conseguía.
La vista de los quesos es toda una declaración de intenciones, quesos sobre todo españoles y franceses, muchos de Cantabria: Jarradilla, Gomber, Lebanes, etc.
Nosotros atacamos a dos quesos franceses.
Uno que ya conocíamos de cabra, potente de sabor y cresomoso, se desparrama, no sé que queso es ni como se llama pero siempre que voy lo pido y me llevo para casa, es el que se ve en la foto debajo de este párrafo.
Y como descubrimiento un queso de vaca también francés, cremoso, de gran aroma y potente sabor. Fruto de dos leches, la base inferior del queso es leche ordeñada por la mañana, separada con ceniza comestible de la parte superior del queso, elaborada con leche de la tarde. La mejor definición para este queso es brutal, sabor a raudales, ni idea del nombre.
Bueno, en lo referente a quesos no os doy muchas pìstas, pero con los datos que os doy se pueden identificar allí. Rubén sigue atesorando una bodega de más de setecientas referencias. Y el resto de hermanos está en sala y cocina, Maricruz y José danzando por el comedor, mientras Anunciación cocina las raciones tan magistralmente como le enseñó su madre. Están al frente de uno de los lugares que no te puedes perder en Cantabria.
Por El Mule