Cata Maridaje bodegas Alabanza en restaurante Cantabria

Hemos Comido…en el Cantabria, todo un clásico de Santander y el decano del Río de la Pila.

Marzo 2015. Me invitó Fernado, buen amigo y gran gastrónomo, yo no tenía ni idea de que este tipo de eventos se realizaban de vez en cuando en este restaurante. Así que, haciendo de tripas corazon (pues fue en jueves, al día siguiente a las siete arriba y todos sabemos como terminan estas liadas), a eso de las nueve y media quedamos para juntarnos con el resto de los comensales. Al final se retrasó bastante.

Restaurante Cantabria Santander

Bodegas Alabanza, fundada en 1991 con el nombre de Bodegas Alejos. Su nombre actual lo adopta durante el año 2006, cuando se produce el cambio de propietarios y se aplica un nuevo concepto de marca. Durante el año 2007 se produce un cambio de imagen, que incluye nuevas etiquetas que reproducen una parte del tríptico del retablo de la Iglesia del Monasterio de San Millán de la Cogolla, cuna del castellano y Patrimonio de la Humanidad. Su máxima, la calidad por encima de la cantidad.

Restaurante Cantabria Santander

Comenzamos con un Alabanza Joven, un vino 100% tempranillo, de color rojo picota, una amplia gama de frutas rojas maduras y un calido olor a clruelas, cierto sabor ahumado, muy afrutado. 

Restaurante Cantabria Santander

 El acompañante resutó ser cecina acompañada de algo de paté, que aportaba un dulzor no muy de mi agradado pues ensombrecía la calidad de la cecina.

Restaurante Cantabria Santander

Seguidamente un blanco, Confesionario Cepas Viejas, acompañando a unas albóndigas de pescado, un blanco muy riojano, fue el vino que más me gustó de todo el maridaje. 

Hasta mediados de la década de los 70 se producían más blancos que tintos en Rioja. Por motivos principalmente económicos Rioja cambió el color de su vino y se pintó de color tinto de tal manera que 45 años después hablas de riojas blancos y la mayoría de la gente no sabe de qué le estás hablando.

Restaurante Cantabria Santander

Unas albóndigas de pescado acompañadas de langostinos y una salsa en la que terminamos con nuestra ración de pan. Albondigas de rape en salsa barquereña, bien jugosas y sabrosas.

Restaurante Cantabria Santander

Continuamos con un Alabanza crianza, garnacha y tempranillo, de color rojo cereza en nariz de fruta roja licorosa acompañada de vainillas con ligero fondo balsámico, sabroso en su conjunto, fácil, con esa vainilla típica de un crianza.

Restaurante Cantabria Santander

Este vino se maridó con un confit de pato con salsa de frambuesa, muy corecto, buen acompañante del vino elegido. Por último el vino de autor Confesionario de Cepas Viejas, un vino a la antigua usanza de los riojas clasicos.

Restaurante Cantabria Santander

Este vino estuvo acompañado de la tabla de quesos donde nos encontramos con cuatro quesos diferentes, un picón muy bueno y cremoso, un queso fresco de vaca de muy buen paladar y buena calidad con su característico sabor a leche fresca, acompañado de membrillo y otros dos tipos de queso demasiado picantes para mi paladar, acompañados de nueces. 

Pero, ¿qué fue de aquella cocinera siempre a pie de cocina y barra que todos los chavales de mi edad conocíamos por aquellos años, por sus guisos?. Aquella señora siempre elegante a caballo entre la cocina y la barra que bordaba los riñones al jerez, las albóndigas y todo tipo de guisos típicos de este lugar. La verdad, muchos la echamos de menos. 

Por El Mule

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