El restaurante Charrúa, ubicado en la calle Estrella 6 de A Coruña, es un referente en la ciudad por su excelente oferta de carnes a la parrilla. Fundado por Ignacio Juanvelz, un uruguayo que llegó a A Coruña en 2002 con solo 40 euros en el bolsillo, el Charrúa es un ejemplo de perseverancia y éxito. Ignacio, tras pasar por momentos difíciles, logró abrir su propio restaurante en 2009, inicialmente con solo cuatro mesas.
A lo largo de los años, el Charrúa ha crecido y se ha consolidado como uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Ignacio ha expandido su negocio, abriendo otros dos restaurantes en Madrid, y está a punto de inaugurar un tercero dedicado al pescado y marisco gallego.
El Charrúa se especializa en carnes de alta calidad, importadas de diferentes partes del mundo. Entre sus platos más destacados se encuentran el chuletón, las mollejas, el chorizo y la morcilla. Además, ofrecen una variedad de verduras a la parrilla como tomates, papas, cebollas y alcachofas. La carta también incluye postres caseros como la tarta de queso y las trufas de chocolate, y una amplia selección de vinos tanto españoles como internacionales.
Desde hace tiempo, Charrúa ha sido nuestro favorito en carnes de A Coruña. Y en esta ultima visita no podíamos faltar.
Comenzamos con una molleja a la brasa, que marcó un antes y un después en el mundo de las mollejas desde que la probamos por primera vez aquí. Incluso el limón a la brasa le va de maravilla.
También solemos pedir un chorizo criollo que nos encanta.
Por último, como entrantes, pedimos unas alcachofas que son una de las razones por las que nos acercamos a este asador. Sin embargo, esta última vez, las alcachofas parecían de quinta gama, lo que no tiene nada que ver a cómo eran habitualmente y dejó mucho que desear.
De segundo, pedimos asado de tira, ración y media. Esto sí que resultó tal cual lo recordábamos: una delicia, con la grasa exterior churruscante y la carne rosácea, jugosa con una tersura muy buena. Como siempre, pedimos una ración de patatas fritas con trufa y parmesano, que aquí son una bendición.