Hemos Comido…en Castañeda, yo siempre lo he conocido como Hostería de Castañeda, pero su verdadero nombre es Finca de San Juan Hostería & Catering
Septiembre 2018. Después de disfrutar allí de la mejor boda a la que he asistido, me acerqué a comer con un amigo que conocía a los dueños y que tenía ganas de volver, ya que hacía mucho tiempo que no les visitaba. Yo nunca había estado comiendo, así que acepté gustoso la invitación, pues la boda en la que había estado recientemente resultó un éxito en todos los aspectos.
Al llegar con concocidos la primera visita es a la cocina, donde ya estaban preparando el siguiente festín. Una cocina de gran amplitud, dotada para dar de comer a una buena cantidad de comensales y atender cuelquier evento por muy grande que sea, bien en sus instalaciones o dotando a otras de su servicio de catering.
En la cocina nos recibió el alma de esta, José Ángel García Cuadrado, todo un personaje que carga con la responsabilidad de una cocina que en muchas ocasiones atiende a cientos de comensales a la vez y que se desplaza por toda España sirviendo un catering de muy alta categoría.
Las instalaciones del restaurante se concentran en una casona situada en medio de un maravilloso parque o jardín, rodeado de árboles centenarios y muy bien cuidado.
En esta ocasión disfrutamos de la comida en el jardín, ya que nos tenían una mesa preparada a tal efecto.
Y comenzamos un extenso menú degustación, una mezcla de elaboraciones tradicionales y otras de influencia clásica, pero con un toque más actual.
Piparras encurtidas y aceitunas en tempura con salsa de soja. Unos entrantes novedosos, nunca había visto un encurtido en tempura, me gustaron.
Tosta de foie con pan de pasas tostado, caramelizado, croqueta de jamón y pulpo. Seguimos con unos entrantes muy apetecibles.
Muslito de codorniz con salsa de caza y ciruelas. El muslo como una croqueta de codorniz, carne y bechamel muy líquida. Una croqueta de aspecto y sabor poco ortodoxo pero verdaderamente bueno. Se rompe en la boca y se vierte la líquida bechamel con un agardabale sabor a codorniz.
Cucurucho de centollo. Por supuesto de agradable sabor a este marisco, potenciado por unas huevas con cierto toque ahumado.
Crujiente de gamba, pasta filo y gamba ajillo. Esto me gustó un montón, muerdes la pasta crujiente recién frita, sin rastros de aceite y dentro explota en sabor a gamba al ajillo. Curioso y bien sabroso.
Pastel de puerros y gambas. Los pasteles de este estilo no son algo que me vuelva loco, quizás los tenga manía ya que hace años se pusieron de moda y te los encontrabas de aperitivo en la mayoría de los sitios. A día de hoy sigo con esa manía y no me vuelven loco, saben bien pero no me entusiasman.
En un principio iban a ser alubiones de Carceña, pero se les habían terminado y en su lugar nos sirvieron un cocido montañés. Muy suave de grasa y reposado, de buen sabor y muy de mi gusto, ligero de compaño.
Bacalao pil pil y croqueta de huevo. El bacalo estaba de fábula, era de una calidad 10, perfecto de punto, se deshacía y si a eso le añades la mejor salsa que existe, una yema de huevo, el producto se dispara en sabores. Tres elementos que forman una ración de lujo, bacalao, pil pil y huevo.
Bombón de rabo y puré de patata trufado. El conjunto incluía un hojaldre, que no estaba a mi gusto, había cogido bastante humedad y estaba poco crujiente. Una salsa que toda la que te pongan se te hace poca, unas setas bien buenas y un puré trufado que acompañaba escandalosamente bien al bombón. Una elaboración de rabo que nunca había tomado y que me deleitó el paladar, melosa y muy sabrosa.
De postre, torrija y tarta de queso al horno.
Después hubo charla con el artífice y también con personal de sala, una amena charla que se extendió hasta bien entrada la tarde, ya que delante de una copa en un jardín como este y con unos buenos amigos el tiempo se pasa volando.
Barrio de San Juan s/n 39660 Villabanez Cantabria 942598113