La última vez que estuve en Casa Tomás fue en febrero de 2014 y desde aquel entonces vaya si ha llovido,.
Recuerdo de que me lo recomendó el hermano de un amigo, que era habitual al lugar. La verdad es que salí encantado, buenas raciones y algo que es muy raro que pida fuera de Segovia (ya que soy muy quisquilloso con esta asado), el cochinillo, que aquí lo hacen a las mil maravillas.
Hoy, que tenía que ir muy cerquita, me he acordado gracias a que hace poco me llegó la noticia: se habían acercado unos amigos a comer cochinillo y cocido montañés, les había encantado.
Al final opté por un menú que tienen de codillo y cocido montañés.
De aperitivo unas croquetas.
El cocido es una ración desmesurada y con bien de compango. Muy bien elaborado, me ha gustado y después de un buen plato y un par de cacillos más me di por satisfecho.
De segundo un buen codillo. Justamente asado, sin excesos de grasa, la piel bien tostada, una sabrosa salsa fruto de los jugos de asado, donde se bañan unas patatas artesanas. En fin, un codillo bien rico.