Hemos Comido en El Fuente Dé, llevo haciéndolo desde que tengo memoria.
De vuelta de un fin de semana largo valenciano, comida en el Fuente Dé.
Dos comensales. De entrada el omnipresente queso azul, oscuro objeto del deseo de la bodega, donde llegan peregrinos en busca de tan afamado queso, acompañado de un buen pan.
Tomé como plato principal unas albóndigas. Una elaboración que hace años que vengo a tomar aquí ya que me encanta, así como las patatas que las acompañan y que se bañan en la salsa. No comí más ya que en esos momentos ya estaba bastante lleno.
Mi acompañante tomó bacalao con una buena salsa de tomate y pimiento. Un buen desalado, así como un punto perfecto, nada seco, jugoso.
Dos raciones y una de queso, suficiente para una buena comida y por cierto, un buen pan.
En el Fuente Dé hay algo más que sus afamados cocidos, hay mucho más y es de calidad.