Hay lugares en los que la oferta se sale de lo corriente y este es el caso de La Portada de Javier, un restaurante donde nada más entrar te das cuenta que local es diferente.

Su barra tiene el aspecto de tienda gourmet y te sientas en un comedor que es la portada de la casa que hoy ocupa el restaurante.
 
 
 
 
 
Me sirvieron un picoteo de queso, embutido y tomate, a partir de aquí eliges tú el segundo, cabrito, lechazo o costilla de tudanca, típico de un asador como este.
 
 
 
 
 
Lo que no es tan típico es lo bien que resulta el asado, el mío de costilla con unas patatas artesanas y una ensalada de lechuga.
 
 
 
 
 

Por El Mule

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