Hemos Comido…en Valle en Cabuérniga, una zona con una gran tradición gastronómica.
En pleno Valle en Cabuérniga, el Rincón del Valle intenta diferenciarse de la rígida oferta de la zona, no es el único pero la verdad es que son minoría, una oferta de guisandera de calidad siempre dentro de una cocina de montaña contundente.
Las carnes, los guisos, las croquetas, las albóndigas, los callos y un largo etcétera de cocina artesana sin tapujos, sin complejos, cocina del lugar de cercanía y por supuesto de temporada.
El mundo de la croqueta lo trabajan de cine: jamón, setas, cocido, bacalao, picón y reineta, cecina y puerro, langostinos, etc….
Comencé con unas caricos. Con su salsa chocolate, ni muy espesa ni muy líquida, en su punto, con el compango justo, el sabor del fondo a verduras es muy agradable al paladar. Lo que yo entiendo por un guiso de alubias, que estas sean el centro de atención.
El otro comensal tomó un arroz con rabo. Un arroz meloso sin quesos ni mantequillas, sabor imperante del rabo, que es de lo que se trata, y ninguna caldosidad. Probé un par de cucharadas y me convenció al cien por cien, el otro comensal que ya lo conocía repetía.
De segundo tomé albóndigas de bacalao. Al momento de ver la ración supe que me iban a gustar, la acompaña un pisto de la casa que por sí solo merece pedir la ración. Las albóndigas crujientes, empanadas con panko y con un centro jugoso, sabor contenido a bacalao sin excesos, suaves, muy de mi agrado.
El otro comensal pidió unos langostinos con mollejas y salsa de ostras. Lo probé y el mejunje me gustó un montón, sabores perfectamente complementarios. Muy agradable y sabroso, súperuntable, el otro comensal acabó con el pan.
Un buen servicio y unas instalaciones a tono con el lugar, una terraza privada que en verano tiene que ser la caña, para pasar todo el día.
Comimos con Casona Micaela, también había Behetria de Cieza. Dispone de un menú de nombre Cabuérnigo de lo más interesante.