Hemos Comido…en Umma. Acercarse a Umma es ya más una cuestión de peregrinaje gastronómico que cualquier otra cosa.
Octubre 2018. Es saber que vas a descubrir algo, o bien nuevo, o bien diferente. La calidad siempre está presente y la innovación también. Tal es, que yo vivo muy cerca de ellos, prácticamente pegado, y en esos días que no hay ninguna gana de hacer comida, el menú lo tiene asignado Miki, y todos salimos de casa rápido y con una sonrisa en la boca pensando en qué descubriremos en esa ocasión.
Y ese día nos encontramos a Miguel con unos maganos vivos. Ya lo tenía claro. Este día me tocaba comida con mi hermano Carmelo, difícil de pillar, ya que es capitán de la marina mercante y pasa más tiempo en alta mar que en casa; además también es de buen diente, con el agravante de que no cocnocía Umma.
Tomamos Frágil, un verdejo de Microbio Wines, el resultado de una viticultura y elaboracion de Biosinergias, elaborado por Ismael Gozalo, sin clarificar, filtrar y sin sulfitos, 100% verdejo. Como su nombre indica es un vino delicado, sutil, afilado y muy FRÁGIL con mucho carácter varietal verdejo. Mosto desfangado con baja turbidez. Se baja a damajuanas de cristal de 16 litros para su fermentación.
La baja temperatura de fermentación, debido a la constante de 13 grados de la bodega subterránea, hace que durante la fermentación no se pierdan los aromas primarios. Tras la lenta fermentación el vino se deja reposar en contacto con sus propias lías. Esta crianza en cristal hace que el vino tenga una natural protección . Vino 100% verdejo, 100% viña en vaso, 100% prefiloxérico, 100% cultivo armónico, 100% cristalino, es decir, 100% natural sin sulfitos añadidos. ¡¡¡Vino singular e irrepetible!!!. Producción 380 botellas año y 3 magnum. Si no lo has probado dificil que lo pruebes pero es algo diferente singular y unico.
De tapa, unos mejillones y unas croquetas de las que nos tienen acostumbrados en Umma y que llevan el sello inconfundible de María del Mar, que alcanzó la final en el concurso de Madrid Fusión, sólo superada por unas de origen conquense.
Comenzamos con una ensalada muy poco ortodoxa, pero que nos dibujó una sonrisa en la cara, boquerones con fresas. Salvajente sabroso, el bocarte en vinagre resulta uno de los mejores compañeros de plato de la fresa o eso creo yo desde este día, el otro comensal opinaba lo mismo.
Continuamos con un steak tartar. A mi hermano le gusta muchísimo esta elaboración y a mí también, aunque tengo mis preferencias. Este resultó estar muy bueno, carne picada a mano, cierto toque a mostaza y no mucho acompañamiento que desvirtualice el sabor de la carne. Muy bueno, pero tengo mis preferencias.
Después magano, sin acompañamientos estelares y sí con una primera cocción. Descomunal en sabor, es algo que me rechifla y a mi hermano también le sedujo.
Para terminar, una carrillera que se salía del mapa. Acompañada de una salsa de setas con trufa, y unas brevas. El nivel se satisfacción en este punto de la comida resultaba realmente impactante, empezamos con una ensaldada fuera de lo común, continuamos con un steak tartar de padre y señor mío, seguimos con un magano que saltó de la mar al plato y para terminar, una carne con la que se te caen las lágrimas según va terminándose. En fin, la visita está más que justificada, pero lo cierto es que yo siempre salgo flipando.
Al final llego la nota con un RCP inigualable.