Tortilla con carácter en Morro Fino: desayuno con alma y picante

Uno no va a Morro Fino a socializar… o eso pensaba yo. Porque claro, entras con la idea de desayunar tranquilo y acabas saludando a medio vecindario: Pablo, Pedro Bárcena, Emilio… aquello parecía una reunión improvisada de los que saben dónde se come bien.

Tortilla Morro Fino

Pero yo iba con una misión clara: atacar una de esas tortillas que hacen historia. Y vaya si cumplí. Hoy me tocó una joyita inesperada: tortilla con tomate, langostinos picantes y un guiño de aguacate. Sí, lo sé, suena a brunch de influencer, pero esto era otra liga.

Tortilla Morro Fino

📌 ¿Qué tenía de especial?

  • El picante estaba en su punto justo: no te quema la lengua, pero te despierta el alma.
  • El tomate aportaba esa jugosidad que hace que el huevo se vuelva casi sedoso.
  • El aguacate, discreto pero sabio, equilibraba el conjunto con su cremosidad.
  • Y los langostinos… ay, los langostinos. Pequeños, sabrosos, con ese toque marino que te hace cerrar los ojos y decir: “esto no es una tortilla, es una declaración de intenciones”.

La sacaron de cocina aún humeante, como si supiera que tenía que impresionar. Y en los escasos segundos que tardaron en traerme el pan, yo ya estaba prácticamente babeando. No por hambre, sino por respeto. Porque hay platos que no se comen, se veneran.

Tortilla Morro Fino

Tortilla Morro Fino

Así que sí, fui a desayunar. Pero acabé teniendo una experiencia mística con forma de tortilla. Y eso, amigos, no se publica en la carta… se vive.

Por El Mule

Histórico de visitas a Morro Fino

Etiquetas del articulo

Compartir

Categorías
Scroll al inicio