Vinos y cocina en armonía: una experiencia para descubrir
Durante nuestra visita, nos encontramos con una carta de cavas bastante limitada. Solo quedaba Rocamador, procedente de Extremadura. Esta situación refuerza la idea de que, fuera de Cataluña, no hay vida con el cava
Ante esta circunstancia, decidimos explorar otras opciones vinícolas:
- Materia Prima, un monovarietal de Xarel·lo del Penedès elaborado por Bodegas Parés Baltà. Se presentó como un vino fresco, pero con poca estructura y persistencia, lo que lo hizo poco atractivo.
- Tinacula, elaborado exclusivamente con uva Pardilla, una variedad casi desaparecida que fue común en los años 40 y 50 en la zona de la zona de Pozoamargo. Aunque interesante desde el punto de vista histórico, su perfil no logró convencernos.
- Agnus de autor, Agnus Malvasía Blanco con lias. Me pareció muy equilibrado y agradable, aunque no fue del gusto de mi acompañante. Personalmente, lo consideré muy bien logrado, aunque no fue del gusto de mi acompañante.
Finalmente, optamos por una opción segura: el Champagne Billecart-Salmon Reserva, elaborado con Pinot Noir, Chardonnay y Meunier, procedentes de viñedos de la Montaña de Reims, el valle del Marne y las laderas de Épernay. Su perfil lo convierte en una elección adecuada tanto para el aperitivo como para acompañar platos de distinta elaboración.
Para acompañar esta elección, tomamos varios platos en la barra:
- Salmorejo sin gluten acompañado de una ensalada de anguila ahumada. El salmorejo, pese a no llevar pan, mantenía una textura y sabor muy equilibrados. La anguila aportaba un toque ahumado y una textura carnosa que complementaba bien el conjunto.
- Steak tartar, preparado de forma sencilla, con protagonismo absoluto de la carne. Bien cortado y con un aliño discreto, fue uno de los platos más agradables.
- Vitello tonnato de pastrami, que resultó algo plano y sin destacar especialmente.
- Nos ofrecieron unos callos que, por su aspecto y aroma, prometen ser una elección interesante en futuras visitas.
- Cerramos con un queso azul italiano acompañado de arándanos. Aunque recuerda a los quesos azules de hoja por su toque anisado, la combinación con fruta no terminó de convencerme.
Conclusión
Este establecimiento es una parada recomendable para quienes disfrutan del vino y de una cocina que lo complementa con acierto. La variedad de etiquetas y la calidad de los platos permiten construir una experiencia completa, ideal para quienes buscan descubrir nuevas propuestas enológicas y gastronómicas.
Por El Mule
Histórico de visitas a The Winery
Ubicado en: Calle Sta. Lucía, 23, 39003 Santander, Cantabria
Teléfono: +34 614 41 75 64
Instagram: @thewinery_santander