Después de darle muchas vueltas decidí sacar un resumen con los lugares a los que suelo ir habitualmente a tomar unas tapas o raciones, pero es algo que varia con mucha frecuencia por lo que vuelvo a la carga con un nuevo post sobre esta andanza gastronomica.
Primera parada en restaurante La Mulata, un rioja y una caña, una tapita de ensaladilla, sana costumbre esta de las tapas, además siempre están buenas, ¿será por el hecho de ser gratis? Es una costumbre que se va perdiendo con el tiempo pero que ayuda a la hora de salir de vinos, siempre se agradecen. Puedes comer en la barra lo que quieras, delante nuestro se estaban comiendo un centollo de muy buen aspecto, pero tres clásicos del lugar en de la barra son las navajas, las zamburiñas y los langostinos con espinacas.
El Marucho, todo un clásico de la gastronomía santanderina, buenas raciones a buen precio y una barra donde tomar cualquiera de las raciones que aprecen en la pizarr; las huevas en vinagreta de este lugar me chiflan y es el único sitio donde sé que las preparan.
Próxima parada en el calle Tetuán La Flor de Tetuán . Una de las más reputadas y mejores marisquerías de Santander. En esta ocasión tomamos unas gambitas de Huelva y un cava, aqui tines la posiblidad de elegir cava o champagne. Una buena ración de gambas bien majas. Puedes degustar unos salpicones que preparan como nadie, los percebes que son de «carayo do home», los langostinos frescos o cualquier pescado o marisco que se ocurra. Tienen viveros propios donde puedes elegir la víctima.
Pasamos por delante del Silvio, otro de nuestros habituales pegado a la Flor de Tetuán, en este lugar solemos tomar unos mejillones en vinagreta que ponen muy naturales y algún marisco como percebe o nécora, el sitio destaca por la simpatía de la dueña y por la atención de los camareros así como por la frescura del producto.
Bodegas San Fermín embutidos y alguna cosa más.
Asador Aranda, un lugar donde tomar un vino de ribera y múltiples raciones, croquetas de lechazo espectacularers, morcilla con pimientos, torreznos, oreja rebozada y unos riñones que hacen como nadie.
Umma, un grande de las raciones de calidad, toda su carta está orienteda a compartir y tiene una barra muy concurrida para sacarles partido en conjunto. Muy recomendable y una carta distinta a la oferta habitual.
Rabas, croquetas muy buenas y empanadillas, albóndigas, callos, muy buenas todas las raciones, todo recién hecho y muy casero en Sandoñana.
Pasamos por La Bombi , especialmente buenos los mejillones en escabeche y las mollejas a la plancha. En esta ocasión lubina marinada.
Nuestro siguiente destino El Pícaro, carpaccio de solomillo con virutas de foie.
Siguiente parada y fonda en La Brocheta , con una barra pequeñita donde poder comer cualquiera de las raciones presentes en la carta. A mí me encanta en carpaccio de atún toro macerado en aceite de oliva, un plato exquisito, con un aceite espectacular, un corte de atún perfecto y un toque de sal delicioso. El sashimi de salmón, las carrilleras y un largo etcétera en una carta enfocada a compartir y por ende a las raciones.
La Mayor, todo un clásico de las raciones de mar, rabas muy famosas, bocartes, almejas, etc..
La Tolva, no lleva mucho tiempo en el candelero pero ya se ha fraguado un nombre, una carta de raciones muy cuidada y una calidad extraordinaria. Cualquiera de sus raciones merece la pena, rabas, mejillones, croquetas, burger, mucho donde elegir y todo de calidad muy buen RCP.
El Puerto, emblemático de la zona de Puertochico y decano diría yo. Almejas frescas naturales, o verigüetos de la misma manera, unas ostras que tienen de lo mejor, la famosa tortilla con tomate, o la famosa media media: media de rabas y media de gambas gabardina, los callos son impresionantes, las anchoas las elaboran ellos.
El Cocinero con una terraza de lo mejorcito de nuestra capital, rabas, mejillones, pulpo, gambas y un largo etcéteta para disfrutar de unas vistas inmejorables
La Pirula, de los clásicos de Peña Herbosa para el vermout mañanero y el pincho tarde-noche raciones muy buenas y un buen precio.
Incursion al Solórzano, otro de los clásicos y el mas mediático de todos en Peña Herbosa. Rabas, mejillones, bocartes, albóndigas, gilda Cantabria label y un largo etcétera y sobre todo hay que tomar un medio vermut, se postula como vermutería y como tal dispone de cerca de noventa vermuts diferentes, cócteles y una larga oferta de aperitivos y bebidas. Uno de los imperdonables tanto de mañana como de tarde.
El Zacarías, tras unos años en segundo plano este restaurante pasa otra vez al primero, tras relevo generacional entra con fuerza en el mundo de las raciones, un gran abanico de las mismas en carta. Aquí hay algo que a mi me vuelve loco, el tomate del palenque.
Casa Lita tiene una de las ofertas más extensas de pinchos de la ciudad, pinchos tradicionales y elaborados, todos los años forma parte de los finalistas en el campeonato regional, tienen uno de bacalao que siempre que está disponible me pido uno, lo peor de este sitio es decidir qué comerte, tienen una variedad enorme, que continuamente están saliendo de la cocina y reponiendo la oferta.
Zissou otra muy buena opción para pedir una racion marinera, la tortilla de bacalao es una buenísima opción, el tiradito de lubina lo bordan, gambas, bocartes, etc.
Los pinchos de tortilla, la verdad sea dicha que todos muy buenos en Quebec. Santander una ciudad donde la tortilla es religión, donde se desayuna tortilla, tal es la devoción que disponemos de nuestro concurso de tortilla con tres distintas categorías, tradicional, creativa o tortilla con. Un lugar con gran prestigio en el mundo de la tortilla santanderina.
La Jara, otra apuesta reciente por las raciones de mercado, callos, lengua, croquetas, cachón y un largo etcétera con diferentres opciones dendiendo del día.
Las ostras de La Mar. Ostras y cava, un maridaje perfecto, también gambas a la sal, foie y diferentes y muy especiales quesos. Un lugar muy a tener en cuenta en la tarde-noche de nuestra ciudad.
El inevitable pincho de queso del Fuente Dé, «no hay nada igual en el mundo ni en otras galaxias», el mejor queso picón que puedes encontrar. Puedes también llevarte un trozo a casa, raciones de lo que quieras muy buenas y de buen tamaño, todo gran calidad de materiales y el mejor de los cocidos lebaniegos, pero eso ya son palabras mayores.
La siguiente parada es la Parrilla Brasas, pincho de solomillo ibérico, champiñones, pimientos asados, costilla asada, etc..
La Conveniente precios muy razonables, y relación calidad precio muy buena. El plato más solicitado es la tabla de fritos, que incluye huevos con besamel, croquetas, pechuga de pollo rebozada, empanadillas, albóndigas, morcilla y rollos de jamón york. Es bastante generosa y al ser todo frito llena bastante.
El Cañadío cualquiera de sus pinchos o raciones merece la pena, a mí sobre todo me gustan el de bacalao al pil pil, lo borda, y la hamburguesa de atún, cualquiera esta bueno y su presencia es inmejorable.
El Riojano lugar histórico dentro de los bares y restaurantes Santanderinos. Fue el primer bar al que me llevaron a tomar un vino y un pincho, con la tierna edad de doce años, me acuerdo perféctamente, un rioja y una sardina Sputnik. Posteriormente pasábamos al comedor a tomar unas sangrías todos los amigos y a echar la tarde, y más tarde era el lugar junto con el Cantabria donde solíamos cenar para luego salir de juerga. Ponen unas raciones de cecina muy majas y bien de precio. Lo típico son las sardinillas Sputnik, el chorizo al vino, cantidad de raciones, los embutidos son únicos, el jamon, la cecina, etc.
Casa Goria en pleno Río de la Pila, digno sucesor del Cantabria pero más contemporanizado, tiene una buena lista de vinos y estos puedes acompañarlos de unos pinchos clásicos.
El restaurante Cantabria es un establecimiento inaugurado en 1946. En la actualidad está dirigido por dos nietos de su fundadora, Juan Carlos Martínez y Alejandro Guerra. Está especializado en embutidos, ibéricos y las empanadas de chorizo y bonito.
Siguiente Parada Arrabal 11, gildas, solomillito con foie pinchos varios roscas y pulgas cualquier opción es buena, de tapa te ponen un poco de queso con colines, 2 gildas 2 riojas 6,40€, las gildas son de las mejores que he probado merecen la pena, tanto el boquerón como la anchoa son de primera.
Las Hijas de Florencio, hacía bastante que no venía por este local, los pinchos están bien sobre todo las tostas, tiran unas de las mejores cañas de Santander.
La Gloria de Carriedo si quieres tomarte un vermut bien preparado también acabas de elegir el sitio adecuado. Famoso por los mejillones en salsa, hay una ración que a mí me gusta bastante, esta es la morcilla a nuestro estilo otra de mis habituales es el foie al Pedro Ximenez. Otro de los típicos si no quieres esperar y que están muy buenas son las tortillas y algo que también suele caer la hamburguesita.
El Bar Cos todo un clásico reconvertido, lugar de desayuno de la zona centro de Santander, tiene una tortillas de diez, y no solo tortillas.
Dando la Brasa destacan ciertas raciones, la verdad es que yo suelo parar a comer alguna ración cuando voy al centro y no he comido, algo rápido y bueno. Suelen hacer una ola ferroviaria diariamente, las tortillas son muy originales, pinchos, rabas, mejillones, unas anchoas de las buenas, buen queso de Cantabria, etc..
En el Machi tienes un amplio abanico de posibilidades desde el desayuno hasta la cena pasando por la comida, multitud de raciones y tapas.
El Oporto, pinchos a destacar, la tortilla, la hamburguesita, más filete ruso que hamburguesa, los pinchos de setas, los de bacalao y los maganos fritos. Mañanas y a la hora de comer siempre está a tope.
El Diluvio, uno de las más clásicos y con una gran oferta de pinchos, quizás es de los más antiguos a la hora de ofertar pinchos diferentes y «nuevos». Entre los que yo suelo comer destacan la tortilla vegetal, un pincho hermoso y hecho a las mil maravillas que normalmente dura el tiempo que se percata la gente de que lo han sacado de la cocina y se dirige a la barra. El filete ruso con queso azul, impresionantemente bueno, bonito con cebolla confitada, champiñón con jamón. Hay tambien uno de foie fresco a la plancha y un sinfín de ellos a cual mejores, no sueles equivocarte eligas el que eligas.
Y nos trasladamos a la zona occidental de la ciudad al entorno Vargas. Perines, primera parada, La Cepa del Papi heredero de la Cepa Riojana, famosa por los mejillones, asadurilla, y un largo etc.
El Castellano con una carta muy amplia donde elegir todo tipo de raciones
Bodegas La Montaña todo un clásico de la zona. Cuando se jubilaron sus anteriores dueños, hace ya unos cuantos años, tomó el control la actual dirección marcando otro rumbo pero manteniendo el aspecto. Tiene una carta bastante buena y suele organizar diversas jornadas gastronómicas, entre las que cabe destacar las andaluzas. Un lugar muy agradable.
Picos de Europa si coincide que tienen pinchos, o son las jornadas del pincho, te recomiendo que los pruebes. De hecho han ganado también, en alguna ocasión, este certamen anual de la asociación de hosteleria de Cantabria. Las raciones son recomendables.
El auténtico Rey de Las Rabas el «Gelín» donde siempre puedes tomar unas rabas o media, de las rabas más crujientes y sabrosas.
Fuera de la ronda habitual, Abel, raciones generosas y bien de precio, todo casero y muy bien elaborado.
Los mejillones de La Conchita son una institución en la ciudad de Santander, está un poco a desmano, pero sus mejillones en salsa son épicos y sus rabas auténticas, bien fritas y exquisitas y unas colas de gambón al ajillo que quitan el hipo. Merece la pena ir hasta allí. Solo hay que decir que siempre está lleno.
Bar Sánchez Rabas de pulpo cabezón.
Donde siempre, tortillas, hamburguesas y pinchos muy pero que muy buenos.