Desde hace casi 1000 años, Arínzano cultiva el misterio del Tiempo y la Naturaleza.

Situada en un valle incomparable, magnificado por sus microclimas, la piedra, la tierra y el agua dan lugar a un terruño excepcional propicio a la expresión singular de tres grandes variedades de vino. La finca ha sido sucesivamente propiedad de monjes, señores y familias vitivinícolas, pero siempre ha tenido una vocación ligada al vino. Hoy, en el centro de este magnífico valle atravesado por el río Ega y el viento Cierzo, Arínzano revela vinos que conservan la fuerza y ​​la gracia del Tiempo y la Tierra.

mugas arinzano

El camino que conduce a Arínzano es como la primera página de una historia milenaria que conserva, aún hoy, todo su misterio.

Dos mugas de piedra marcadas por los siglos todavía llevan la inscripción original: Señorío de Arínzano. Aquí comienza la finca que Sancho Fortuñones recibió en 1055 del Rey García Sánchez VI por haber salvado su vida y restablecerlo en el trono de Navarra.

Arínzano cuenta en su historia, la historia de España. Tras la era de los monjes, llega la era de las grandes familias nobles y finalmente la era de los grandes propietarios.

En 1055, Sancho Fortuñones recibe la finca del Rey García Sánchez VI por haber salvado su vida y restablecerlo en el trono de Navarra. Sancho Fortuñones pasa a llamarse Sancho Fortuñones de Arínzano y la otorga en heredades a una vecina comunidad de monjes para dedicarla al cultivo del vino durante cinco siglos.

Comienza entonces la infatigable tarea vitivinícola de la propiedad, llevada a cabo con absoluta dedicación y devoción por los monjes que trabajaban la vid allá por 1055.

Tras la época de los monjes, llega la de las grandes familias nobles con Lope de Eulate, primer consejero del último Rey de Navarra que le cedió la finca en 1520.

Lope de Eulate, entonces Señor de Arínzano, decide elevar una fortificación destinada a proteger la propiedad, conocida como Torre de Cabo de Armerías. Gigante de piedra construido en 1532 que custodia la finca hasta hoy.

A partir de 1715, el Marqués Zabalegui y sus sucesores dedican la propiedad exclusivamente al cultivo del viñedo y a la revelación de su terruño. Fue el Marqués de Zabalegui, quien ordena construir La Casona, lugar de descanso familiar donde apreciar la paz del entorno y guarecerse luego de las extensas jornadas de caza. La Casona sigue siendo hoy morada y encanto de ciertos huéspedes afortunados.

En el siglo XIX, sus descendientes yerguen la iglesia de San Martín de Tours, Santo Patrono de los Viñateros, evidencia de la actividad principal de la propiedad.

Tras la crisis de la filoxera que arruina las plantaciones de vid, la familia Chivite confía a Denis Dubourdieu, reconocido enólogo y agrónomo francés, la replantación de la finca según un enfoque parcelario del terruño que revelará una expresión singular y extravagante de la Chardonnay, la Merlot y la Tempranillo.

Asimismo, en 1997, el renombrado arquitecto español Rafael Moneo diseña y edifica la bodega que abraza los tres edificios históricos existentes.

En 2007, Arínzano es galardonada con la prestigiosa denominación Vino de Pago, máxima categoría de un vino en España, que reconoce las cualidades únicas de su terroir y filosofía vitivinícola. Arínzano es la primera bodega del norte de España en obtener esta distinción que, al día de hoy, ostentan solo 24 bodegas españolas.

Bodega Arinzano

A DE ARÍNZANO

Rosado de prensa elegante, vibrante y gastronómico, proveniente de diferentes parcelas de la incomparable propiedad de Arínzano.

HACIENDA DE ARÍNZANO BLANCO

Chardonnay compleja, fresca, cremosa y de gran versatilidad gastronómica, proveniente de diferentes parcelas de la incomparable propiedad de Arínzano.

HACIENDA DE ARÍNZANO TINTO

Tempranillo que destaca por su expresividad aromática, redondez y paso sedoso.

ARÍNZANO MERLOT AGRICULTURA BIOLÓGICA

Merlot elaborada bajo los estándares de la agricultura biológica, mostrando todo el potencial que puede ofrecer dicho varietal cuando se trata exclusivamente con procesos naturales. Un vino peculiar, elegante y complejo. Una obra maestra de la naturaleza.

LA CASONA DE ARÍNZANO

Blend de las dos variedades tintas que mejor se adaptan al terroir de Arínzano: la Tempranillo y la Merlot. Un vino complejo, delicado y elegante que expresa la esencia misma del terroir de la finca y de su historia que remonta al 1055.

Bodega Arinzano

ARINZANO GRAN VINO 2017 VINO DE PAGO

Un Chardonnay complejo, expresivo, fino, elegante, fresco y equilibrado. Fiel reflejo de la esencia de la tierra y el clima. color oro palido. Aroma fino e intenso, complejo, brioche y frutos secos. Denso, fresco, bien equilibrado, largo con muy buena persistencia.

ARINZANO GRAN VINO 2016 VINO DE PAGO

Uno de los vinos con mayor repercusión internacional. Se trata de un vino profundo de color granate, caracterizado por la uva tempranillo y minuciosamente elaborado, a través de procesos tradicionales, manteniendo siempre la influencia y el sabor del norte de España.

intensos aromas a frutas negras, notas minerales y madera, notas de piedra y humo. amplio, agradable y aterciopelado. Evoluciona de forma sabrosa y densa. Final con muy larga persistencia.

Bodega Arinzano

Bodega Arinzano

Por El Mule

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