Serafín

Hemos Comido…en Serafín, no recuerdo otro sitio donde comiera tan mal y tan caro, lamentable.

Septiembre 2010. Teníamos intención de comer en el Rincón de Antonio pero estábamos con el perro y la única que nos quedaba era buscar una terraza, así todo nos acercamos al Rincón a ver si tenia terraza, nos desilusionó un tanto que había una lista de prohibiciones a la entrada digna del código de Hammurabi.

Bueno, al final encontramos este sitio y la carta no tenía mala pinta, es miembro de los maestros de cocina de Castilla y León. Eso sí, parecía carillo pues el menú valía 17.82€, pero no había mucho donde elegir.

Al final pedimos de primero un gazpacho mi acompañante y yo arroz a la zamorana, antes de pedirlo pregunté de que constaba, según el camarero es un arroz con chorizo, oreja y pimentón, a primera vista algo contundente pero que puede estar bueno.

El arroz bien de punto, sin sabor, la verdad es que sigue sin caberme en la cabeza como estando acompañado de chorizo, oreja y pimentón no supiera a nada.

Mi acompañante pidió el gazpacho, le trajeron cuatro bandejitas para servir el tomate, la cebolla y el pimiento, el gazpacho igual que mi arroz como si le hubieran servido un vaso de agua, insípido. Mal comienzo en los primeros.

Los segundos mi acompañante guiso de ternera con almendras, nada reseñable, nada del otro mundo.

De segundo yo pedí carrillada, o carrilleras con piñones, algo infame, duras, dos de ellas a medio hacer y la tercera bien hecha pero claramente superrecalentada, la salsa que les acompañaba igualmente de insulsa que las anteriores y las patatas que la acompañaban a medio hacer.

En resumen, nada que recordar de este lugar, el precio caro, ninguno de los platos «decente», toque cutre hasta en la sacarina, pegada con celo. El servicio amable y atento.