Hemos Comido…en Camino Real, en Selores, final de jornada, tres comensales tras pasar por Cofiño.
A la entrada vimos y olimos una olla ferroviaria, donde se hacía lentamente un guiso de bonito, ya teníamos algo elegido antes de entrar. Quiero recalcar que lo de visita informal hace referencia a mi predisposición a comer en barra o en las mesas de la entrada de este restaurante que no forman parte del comedor, pero que en ciertas ocasiones nos apetece, sobre todos a los tres que comimos ese día.
Mantequilla de Carcabal artesana cien por cien y buen pan, para untar como posesos.
Jamón de tudanca con tomate confitado. El jamón es un embutido diferente, se nota su origen, el tomate confitado con tomillo y alguna otra hierba, resultó una delicia.
Continuamos con una cazuelita del guiso de bonito, buenísimo.
Tres elaboraciones de cinco pimientos, fritos (piparras, padrón y un tercero), rojos en vinagreta e italianos. Los italianos que no nos convencieron a ninguno de los comensales, el resto eran exquisitos.
Ventresca de bonito a la brasa con pesto y judías. Aún no siendo nuestra forma favorita de cocinar la ventresca el resultado fue espectacular.
Para terminar picaña de tudanca a la brasa, carne de diez, #TudancaPower
Tres postres diferentes, los tres sin gluten, el resto de la comida también
Antonio Vicente nos mima en demasía. Si pasas por los alrededores la vista es obligada.