Hemos Comido…en Nonna Pepa, un restaurante italiano con cocinero importado de aquellas tierras.
Los restaurantes conocidos como italianos en nuestro país no son generalmente santos de mi devoción, se limitan a servir pizzas y poco más, pero encontrar un cocinero de aquella zona amplía un poco más las espectativas y tu visión sobre la gastronomía de aquel país mediterraneo.
Este restaurante nos presenta unas elaboraciones que van más allá de la habitual demanda española: pizzas y poco más.
Acompañé la comida con cerveza El Águila sin filtrar. Nacida en el barrio de Delicias en 1900, regresa de la mano de Heineken, una nueva variedad en su gama que recupera los métodos más tradicionales de elaboración de cerveza.
Aceite picante para abrir boca.
Comencé con un carpaccio de tudanca acompañada de rúcula, tomate y parmesano. Muy bien conservado el queso y de buen sabor, fresquito. Una ración generosa que entra en verano a las mil maravillas, el corte ni muy fino ni muy grueso.
Al carpaccio le acompañaba focaccia, es una especie de pan plano cubierto con hierbas y otros productos alimenticios. Se trata de un plato tradicional de la cocina italiana muy relacionado con la pizza.
El plato fuerte fue el segundo, tagliatella con mejillones y almejas. La pasta toma todo el sabor del marisco que le acompaña, un poco de tomate que porta una sutil acidez. Un conjunto buenísimo, la mar en el plato, una de mis maneras favoritas de degustar pasta, en este caso seca pero muy buena pasta.
Elaborando un tiramisú sobre la marcha, por cierto muy bueno.
Para terminar una invitación a limoncello. El limoncello es un licor típico de Italia, obtenido por la maceración en alcohol de la cáscara de limón y posiblemente de otros cítricos, mezclado con un jarabe de agua y azúcar. Se trata de un producto típico de la región de Campania, elaborado en particular con los limones cultivados en la costa amalfitana, en el golfo de Salerno.