Hemos Comido…en este mesón situado en las inmediaciones de puertochico, nos lo había recomendado más de una persona por sus excelencias culinarias sobre todo en lo referente al pescado y al marisco.
Total que el día 14 de febrero y sin saber que era el día de los enamorados decidimos ir a cenar 6 amigotes, no encontramos sitio en ninguna parte, sorprendido me quede en lo referente al día, quizás sea porque en mi casa nadie hace ni caso a estos días artificialmente comerciales, pero lo dicho no dejo de sorprenderme, así que uno de los convocados paso por este mesón y decidió preguntar si había sitio, empezó a funcionar el teléfono y al final quedamos para cenar en este sitio.
Nada más llegar te encuentras con una barra ya conocida sobre todo de haber ido blanquear y tomar algunas raciones que suelen estar bien, sobre todo las rabas. Tiene un comedor abajo otro en un cabrete y un comedor pequeño privado en el que comimos, el comedor es agradable, el servicio en todo momento muy atento nos paso a presentar las cartas, el dueño nos comento las especialidades y lo que había fuera de carta, al parece las especialidades son la langosta, las cigalas (Cocidas) y el rape y la merluza.
De entrada pedimos una ventresca de bonito, un pulpo a la gallega y unas gambas a la plancha, las gambas para mi gusto demasiado hechas, la ventresca bueno en esta temporada pues es de lata, pero se ve que la lata era buena y el pulpo, pobre, la ración era diminuta y no estaba acompañada de los habituales cachelos.
De segundo tomamos yo cachón en tinta, el cachón estaba demasiado salado y me toco toda la parte innoble del mismo, pero estaba bien de sabor, el arroz que lo acompañaba una amalgama increíble, parecía hormigón.
Pidieron rape que tenia buen aspecto pero la presentación muy pobre, solomillo pidió otro de los comensales y la verdad es que el aspecto era bueno, otro pidió jargo a la plancha, no le gusto nada estaba como cocido en la plancha y era un trozo del pescado cosa que a mí en concreto no me gusta, cuando se sirve un pescado de este estilo se sirve entero y si es mucho, se dice de antemano que para más de uno.
También pidieron bocartes, estos si estaban buenos, y la ración estaba bien, un poco faltos de sal pero bueno eso tiene arreglo.
De Postre pedimos tarta de queso al horno tres, dos de ellas el aspecto era decente pero parece ser que eran «Un Ladrillo de Cojones» y la mía debió de conocer al Generalísimo en persona es mas debieron de coincidir en la mili cuándo esta se hacía aun con lanza.
No sé el tiempo que debía de llevar guardada. Al final vino la nota y creo que fue correcta pues yo estaba invitado. Comentaron que en la comida habían ido a comer un cocido y les había costado lo mismo, por lo que se les hizo barato. En este sitio se echa de menos un esmero en las presentaciones, en algunos casos la escasez de las raciones y algún que otro despiste en la plancha. Al final lo mejor de todo la compañia.