Hemos Comido…En la Flor de Tetuán una cena a base de productos del Cantábrico, frescos como en ningún sitio o recien pescados y alguno de ellos vivo.
Es la primera vez que tengo alguna queja de este restaurante, y no está relacionada con la calidad de los productos ni con la cocina. La realidad es que por primera vez salgo con olor a fritanga de este sitio, cosa que me saca bastante de quicio. Que entre plato y plato pasaron treinta y ocho minutos. Y por último parece ser que se ha perdido la tradición de mostrar las viandas antes de cocinarlas para saber si son del agrado del comensal, como suele ser el caso de los pescados, la langosta y el oyocántaro.
Nos recibieron como es costumbre con un tomate de Cantabria con aceite y sal, un aperitivo de lo más agradecido dado el tiempo que hacia en la calle, un calor y una humedad increible para estas latitudes. El tomate buenísimo.
Comenzamos con unos maganos de guadañeta a la plancha, enteros y bien doraditos, una delicia cada vez más dificil de encontrar sin nada, sal y a la plancha, y por supuesto sin limpiar como debe ser.
Y de segundo un oyocántaro por cabeza de más o menos un kilo, buenísimo como saben hacerle en este lugar y que marca la diferencia con otros lugares que no se acercan ni por asomo, al punto que le dan aqui.
De postre tarta de queso muy buena.
Hemos Comido…en Tetuán el sabado 21 agosto 2010 , teníamos intención de tomar unos bocartes, pero se terminó complicando la cosa y que le vamos a hacer.
Últimamente esta difícil de encontrar bocartes del Cantábrico tanto en el mercado como en los restaurantes, y más difícil todavía que te los preparen a la plancha, nos encontramos con que en este restaurante te los preparan a la plancha fritos o rebozados. Total que en la barra nos decidimos atacar al bocarte, mientras nos los preparaban pregunto, ¿y si nos comemos un oyocantaro?, aquí mismo en la barra, pues bien pedimos y entre vino y vino pues dos hermosas raciones, una de bocartes y un oyocantaro de un kilo. La plancha del lugar es de las mejores que conozco y no sé si estará propulsada por «energía nuclear» o si es una sucursal del propio infierno, pues la transformación del pescado, o marisco en deliciosa comida es cuestión de instantes y el toque de plancha solo puedo describirlo como «PERFECTO», los bocartes acompañados de una lechuguita, por otra parte muy bien aliñada «bocatto di cardinale», y el oyocantaro, por cierto del país con la misma perfección de plancha que los anteriores, al final cena en barra, sin haberlo previsto, que son las que mejor recuerdas.
Hemos Comido…en este restaurante al que si algo ha hecho famoso es, sin duda alguna, su exquisito marisco.
El salpicón de marisco, la langosta del Cantábrico o el centollo son una excelente elección. Si quieres llevártelo a casa, también puedes hacerlo. Pescados como el jargo, la lubina, el rodaballo o la dorada también tienen cabida en su amplia carta. Si a todo esto le sumas una selecta bodega, seguro que no dudas en pasarte por aquí. Mi plato favorito en este restaurante son las gambas de Huelva, hace unos salpicones muy buenos y las huevas de merluza son impresionantes, este es un restaurante al que yo calificaría más de marisquería, trato muy agradable con un toque hortera. Su precio está relacionado con la calidad que ofrece un poco carillo, puedes degustar cualquier cosa de la carta en la barra. Una vez en la mesa aparte de los bogavantes, se probaron unos percebes, y un salpicón de langosta para abrir boca. El percebe era impresionante. De tamaño perfecto, grueso pero no muy largo y de gran uña. . El salpicón también resultó muy agradable fino y sin excesos de vinagre que tapasen el delicado sabor de este marisco. Finalmente salieron los bogavantes a la plancha, que resultaron también espléndidos.
El restaurante La Flor de Tetuán, abierto en 1986, está ubicado en la calle Tetuán, un enclave privilegiado a tan sólo cien metros de la bahía de Santander, junto a Puertochico y cercano a las zonas de ocio y copas y el Palacio de Festivales, lo que junto a su oferta culinaria ha hecho del establecimiento un clásico en Santander.
Las señas de identidad de la Flor de Tetuán son el trato profesional a su fiel clientela y la máxima calidad de los productos y materias primas con los que se confeccionan las propuestas de su extensa carta, en la que destacan especialidades como salpicón de bogavante, gamba de Huelva, anchoas caseras, arroz con bogavante, pescados a las plancha o asados, chuleta del Valle del Esla (León) y propuestas de temporada como alcachofas gratinadas rellenas de marisco. Además, la oferta culinaria del establecimiento se completa con postres caseros como buñuelos con chocolate, tarta de manzana, tarta de chocolate y sobao o arroz con leche, a lo que hay que añadir una extensa carta de vinos con más de cien referencias nacionales: riojas, riberas, ruedas, albariños, afrutados, cavas, orujo de Liébana…
En La Flor de Tetuán, que son especialistas en mariscos y pescados, se pueden degustar los platos típicos de la cocina tradicional, para los que emplean como materias primas productos de la máxima calidad. De hecho, tanto a la vista como en los almacenes, la Flor de Tetuán tiene unos espectaculares viveros propios donde se cultivan los mariscos que más tarde se sirven en el comedor.
Elegancia es la palabra con la que se puede definir la decoración de La Flor de Tetuán, donde el estilo clásico se adorna con motivos marineros y lámparas colgando de sus altos techos acabados con una artística escayola. Precisamente esa elegancia es la que se respira en el comedor del establecimiento, que cuenta con un aforo de 75 comensales, y en la amplia barra para raciones y picoteo.
Tetuán, 25, Santander, 39004 942218353