Cañadío es de todos conocido en como uno de los mejores restaurantes de nuestra ciudad. En esta ocasión juntamos lo mejor de dos mundos: la restauracion y una excepcional bodega del Somontano oscense.
Al amparo de los Pirineos o más exactamente al Somontano – esto es «al pie de la montaña»- en la zona nordeste de la provincia de Huesca se alinean las 4.739 hectáreas de esta denominación. Encrucijada de influencias diversas, tiene el cielo claro y limpio del Mediterráneo y los aires húmedos atlánticos que le llegan desde el Cantábrico. En el choque entre ambas fuerzas, la cadena montañosa despeja las nubes y suaviza las temperaturas creando unas condiciones climáticas que permiten que la uva madure lentamente, consiguiendo una acidez más elevada que da a sus vinos un toque europeo.
Sorprende en esta época encontrar una barra llena hasta los topes de gente tomando el vinito y el pincho de la tarde para ir cenados a casa, así estaba de lleno el Cañadio el pasado miércoles a eso de las nueve y media de la tarde.
Nada más llegar nos esperaban Teresa y Paco y un vino de bienvenida, un Enate Rosado Cavernet Savignon 2012. Tuve la suerte de sentarme justo en frente de Jesús Artajona, enólogo de Enate y conductor de la cata, una persona muy amena, amante de los vinos y un comunicador excepcional.
Jesús Artajona lleva casi veinte años al mando de la elaboración de los vinos de Bodega Enate. Tras pasar unos años complicados por la crisis, Enate retoma de nuevo la importancia que tuvo en la D.O.Somontano y muestra de ello es que la calidad de sus vinos no ha bajado e incluso sube con vinos como el Syrah-Shiraz o la nueva añada del Merlot-Merlot que promete ser igual de interesante que la mítica de 1998, y blancos con el 234 gustan cada vez más.
Como decía anteriormente mientras esperábamos la llegada de todos los comensales estuvimos tomando un Enate Rosado Cavernet Savignon 2012, al que Jesús tildaba de color «oraldine». Este Enate Rosado está elaborado íntegramente con Cabernet Sauvignon, de hecho la mayoría de los vinos que tomamos eran monovarietales, lo que me sorprendió bastante. Es un vino fresco pero con aromas sabrosos que no nos dejará indiferentes. Tiene un color cereza brillante y en nariz es intenso y afrutado, con notas de frutas rojas. En boca es fresco, untuoso y muy persistente.
Tras las presentaciones, tanto de los anfitriones, en este caso la bodega Enate representada en Cantabria por Finca Tablanca, Teresa y Paco de Cañadío, y por supuesto entre los comensales más cercanos, comenzamos con esta cena maridaje dirigida por Jesús Artajona.
Comenzamos con unos aperitivos consistentes en un gazpacho de fresa, fresquito suave, croqueta de chorizo, potente parece que se rompe en la boca soltando un chorro de sabor, buñuelo de bacalao, suave y sutil. Paco tiene un toque para el bacalao como nadie, sus pinchos de bacalao son famosos, tanto en buñuelo como al pil pil, son de mis habituales en esta barra. Y por último un corte de queso y trufa, algo sorprendente en una primera impresión me pareció un pate para que luego el paladar reconociera un suave queso con incrustaciones de trufa, muy bueno.
Como maridaje tuvimos al alcance de nuestro paladar un blanco Chardonnay Barrica, un excelente acompañamiento. Aroma complejo y exuberante en el que se funden el carácter varietal (avellana, pan tostado) con notas de bollería y algo que me sorprendió un postgusto a café con leche. Su boca es densa y cremosa, de amplio desarrollo y fresca acidez que evoluciona hacia un final extraordinariamente largo y equilibrado. Una buena elección y otro monovarietal.
Pasamos al segundo componente de esta cena, una crema de garbanzos con foie. Algo simple pero cargado de sabor, un marcado acento a garbanzo, como no podía ser de otra manera con un foie muy justo de punto. Un plato simple pero enérgico, muy de mi gusto, al que acompañamos con un Merlot Merlot 2008, otro monovarietal. De un color rojo granate, capa alta, lágrima muy abundante que tinta la copa, en nariz se presenta intenso, balsámico, compotado. En boca es un vino sabroso, corpulento, gustoso y especiado. Largo posgusto, un caldo de trago largo para acompañar perfectamente a este plato.
Con el pescado, una merluza a la media sal con puré de aceituna negra y sopa de cocido, para sorpresa de la mayoría de los asistentes nos sirvieron un tinto, un Syrah Shiraz 2007. La merluza en un punto definible como perfecto para mi paladar, unos daditos de tomate y un fondo de cocido, para mí que tenía un cierto sabor a menta fresca. Aquí mi opinión no es válida pues en cuestión de merluzas soy un poco merluzo ya que no me gusta nada. Para mí es un pescado carente de sabor y como tal lo cómo, pero no lo doy ningún valor.
Este último vino fue el que más me gustó de toda la cena, un vino con una buena intensidad aromática. Fruta negra, muy madura, aparece junto a las intensas notas florales, mezclados con buenos tostados y un intenso fondo balsámico. Largo recorrido, sedoso, con cuerpo, muy equilibrado. Con una muy buena acidez y unos taninos muy bien integrados. Final largo con una gran persistencia. Diga lo que diga la gente para mi paladar acompañaba perfectamente a la merluza.
La carne, una paletilla de cordero lechal a baja temperatura con patata panadera, por cierto excepcional, jugosa y sabrosa con un rico sabor y carente de grasa, acompañada de unas patatas panaderas con su cebollita y sus pimientos completamente pochados anadiendo unicamenta sabor a la patata. Plato acompañado con Enate 20 aniversario Cavernet Sauvignon Shyra 2009. Enate celebra sus 20 años de vida con el lanzamiento de este vino de producción limitada, marcados por la huella de su terruño y el diseño a pie de viña.
Uvas vendimiadas a mano del Valle Alcanetos (Syrah) y de Cadiellos (Cabernet), con una vinificación “a la carta”. Para la elaboración de este tinto, el mosto maceró con las pieles y realizó la fermentación maloláctica en barrica nueva francesa. El vino ha permanecido en barrica 15 meses, mejorando su complejidad aromática con notas ahumadas, avainilladas y de torrefacción.
De postre la tarta de queso que tanta fama ha cosechado últimamente, por cierto buenísima. Acompañada de Enate Gewürztraminer dulce 2009. Color amarillo dorado claro, nariz un poco corta pero compleja, mantequilla. La boca es menos dulce de lo que cabría esperar pero con un ligero desequilibrio por el predominio de la barrica. Este vino no se comercializa y se vende sólo en la tienda de la bodega.
Hemos Comido…en este emblemático restaurante de la capital cántabra, esta vez fue cena y celebración de cumpleaños, hacia bastante que no nos sentábamos en una mesa de este restaurante.
Llegamos «como siempre» muy pronto y todavía no estaba abierto el restaurante por lo que nos tomamos unas cañitas en la barra, en cuanto pudimos pasamos a cenar, pues somos de cena temprana y además suele ser cuando mejor te atienden en la mayoría de los restaurantes.
Nos entregaron las cartas, y enseguida elegimos, nos obsequiaron con unos buñuelos y un gazpacho de cortesía que la verdad los dos estaban muy buenos, y nos dieron a elegir entre una serie de panes (chapata, normal, pasas, nueces aceitunas etc.) yo opte por el de aceitunas y mi acompañante por chapata.