Hemos Comido…en Las Redes, en San Vicente de la Barquera. Hacía una eternidad que no me acercaba por la villa de San Vicente a comer.
Octubre 2014. Como os decía en el encabezado hacía mucho que no me acercaba a comer al centro del pueblo. Recientemenete estuve cenando en Annua pero la última vez que me acerqué a comer al pueblo creo que fue aquí mismo y al menos hace cuatro años, pero nunca es tarde si la dicha es buena.
Y la dicha acompañaba ese día, coincidiendo con las jornadas del marisco reservamos en Las Redes y nos vinimos a comer, con perro y todo que hacía un día estupendo y en la terraza cerrada de este local se está de cine.
La carta es extensa, sobre todo en pescados y mariscos, aunque hay elaboraciones de cuchara y también una carne de Cantabria de una calidad sin igual. Pero pienso que aquí hay que venir a probar productos del mar, a un puerto pesquero hay que venir a tomar pescados y mariscos.
También puedes elegir platos más de cuchara, arroces marineros, sorropotún y como no, las famosas ostras de San Vicente, de obligada parada y fonda. Vamos, que si vienes a San Vicente y no las pruebas es poco menos que un insulto.
Nosotros comimos en la terraza, pero el restaurante dispone de dos comedores interiores y de una estupenda barra, por cierto abarrotada de gente tomando el aperitivo.
Nada más sentarnos nos sirvieron unas aceitunas y un tomate de Cantabria como aperitivo mientras esperábamos lo que habíamos pedido.
Comenzamos con algo ineludible, las ostras de la ría de San Andrés. San Vicente de la Barquera es el único municipio de Cantabria que cría ostras en su ría. Las ostras barquereñas se cultivan en la ría de San Andrés, gracias a sus aguas limpias, que proporcionan gran cantidad de nutrientes que convierten a esta ostra «única en su sabor y calidad». El cultivo comenzó hace 20 años y se realiza sobre una extensión de 60.000 metros cuadrados. La especie cultivada es la japónica, que se obtiene a través de una semilla que se compra en Arcachon (Francia) y que mide unos dos centímetros. El tiempo que la ostra emplea en crecer, desde su inicio como semilla hasta estar lista para el consumo es de dos años. El 80% se vende a Francia.
El sabor de las ostras de San Vicente es fresco, a sal marina, a pura mar, así que comenzamos saboreando el mar acompañado de un cava Juve y Camps, un acompañante perfecto para este tipo de viandas.
Junto con las ostras otro acompañante con sabor a mar, a yodo y de tamaño cercano al «carallo do home», dignos de ser enmarcarlos. Está claro que no llegaron al marco pero sí al estomago, dejando a su paso esos sabores tan característicos del percebe y tan cercanos al sentir comerse la mar. Por cierto, la cocción perfecta, Susana lo borda.
Como os decía antes comimos con Juve y Camps. El restaurante tiene una extensa carta de vinos, nos decantamos por un cava pues es uno de los maridajes mas típicos que hay, mariscos y cava. Un espumoso que presenta un color amarillo dorado pálido, limpio. En nariz se aprecian aromas a flores blancas y a cítricos. En boca entra muy bien, es fresco, suave, con un buen carbónico perfectamente integrado, equilibrado, con buena acidez, es un cava mucho más que correcto.
Mi acompañante tomó de segundo un oyocántaro a la plancha de unos 700gr. que le entusiasmó, según comentó hacía mucho que no disfrutaba un oyocántaro en igual medida que este, perfecto por todo.
Yo tomé de segundo un pulpo a la brasa, sobre una cama de manzana asada. Una especie de puré de manzana, poco ácido y nada dulce, perfecto para mi, se situaba bajo un pulpo a la brasa. Pulpo, a la visión de las rabas, de pequeño tamaño y de gran sabor, toques de cristales de sal, textura untuosa sin estar blando del todo, terso. Genuino goce gastronómico.
Como siempre que una comida ronda en torno al marisco me quedo con cierta sensación de hambre, algo psicológico supongo. De postre me tomé media ración de solomillo, y resultó que el solomillo era de una calidad apabullante, hecho justo en el punto que a mi me gusta, lo que resulto el toque perfecto para marcar el final de una apoteósica comida barquereña.
Vuelta triunfante a Las Redes, me pregunto por qué no habré vuelto antes.
Como podreis comprobar el importe de factura es de lo más contenido. Los precios son muy ajustados para ser lo que es, MARISCO. Me encanta decirlo y no me resisto cada vez que viene a cuento: «que no hay bacalao gordo que no pese».
Avda Generalísimo 24 San Vicente de la Barquera 39540 942712542