Hemos Comido…en San Vicente de Barquera en El Marinero, uno de los clásicos de los soportales.
Noviembre 2015, bajaba de la fiesta del Orujo de Potes y tenía intención de comer en otro sitio, pero se encontraba de vacaciones, así que me dejé caer por el centro, zona de los soportales, hacía poco que había comido en Las Redes y no quería repetir, así que cambié de acera y me dirigí a la zona más turística de San Vicente.
El clásico de la zona es la mariscada, las hay para todos los gustos y de todos los precios, pero conocedor de la oferta esquivé esta tentación, la mayoría, por no decir la totalidad, es producto congelado por el cual compiten entre sí los bares por precio dejando mucho que desear la calidad.
Otra opción eran los arroces, pero estoy un poco harto de esta moda que hay hoy en día de arroz con bogavante, prefiero el arroz por un lado y el bogavante por otro.
Total que le eché un vistazo a la nevera de fuera y me gustó lo que ví, así que entré. Ojo, no es la primera vez, es uno de los sitios que le gusta a mi padre, por lo que lo he frecuenteado bastante.
El servicio es muy agradable, una camarera de lo más atenta explicándote en todo momento lo que necesites saber, es más me aconsejó un vino que estuvo bastante bien, un Rioja. La carta es cortita y centrada en las anteriormente referenciadas: parrilladas de marisco. En esta ocasión se le olvidó decirme lo que había fuera de carta pues lo oí en la mesa de al lado y me convencieron un par de sugerencias que tenían, hubiera pedido otra cosa de haberlo sabido.
Comencé con unas almejas. Una salsa muy rica de la que me harté de untar, pero una almeja de cultivo bastante pobre de sabor y canija, no llenaba la cáscara. Precisamente la semana anterior me estuvieron explicando como diferenciar una almeja de cultivo de una almeja fina en la Cooperativa Ambojo de Pedreña, donde estuve comprando unas almejas.
De segundo tomé entrecote pues no había ningún pescado que me convenciera. Este resultó que estaba frío por dentro bien hecho por fuera, carente de sabor, bastante duro y estropajoso, aunque la pieza era bonita y de buen aspecto de corte.
En resumen, ninguno de los dos platos pedidos resultaron de mi agrado. El precio se me hizo abultado, está claro que debido a la no muy buena experiencia. Eso sí, vi sacar dos parrilladas de buen aspecto que me llamaron la atención, quizás me confundí al pedir.
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