Hemos Comido…en Viento en Popa, «en popa» una locución que quiere decir: con buena suerte, dicha o prosperidad.
Se han desplazado desde Mortera a Santander, anteriormente regentaron Los Jardines de Mortera con bastante reconocimiento por la zona. Ahora, establecidos en este local que nos ocupa, esperamos continuidad en cuanto a calidad y generosidad de las raciones.
El restaurante se encuentra en un local que nunca ha cuajado, no conozco los motivos, pero ha pasado por más de una y de tres manos hasta la fecha.
Dispone de menú del día y carta, distribuida en entrantes, platos de cuchara, carnes, pescados y postres. El primer apartado engloba lo que definiríamos como raciones para compartir. Elaboran cocina tradicional, sincera y artesana, con gran influencia de estacionalidad y mercado.
De entrante me sirvieron un tapa de paella. La clásica mar y tierra que yo defino como paella de caminonero y que he de reconocer que me encanta; tal y como aparentaba resultó, me gustó.
El servicio de pan muy bueno, tres tipos de pan diferentes.
Empecé por unos bocartes. Este año ha sido prolífico en cantidad y calidad del bocarte, y yo siempre que puedo los pido. Muy buenos, incluso el pimiento que les acompañaba llamaba la atención, a primera vista y posteriormente en el paladar, muy buen pimiento y mejor asado.
Continué con media de pimientos rellenos de marisco. No fueron extraordinarios pero estaban buenos, la bechamel estaba bien ligada y de agradable sabor, se podía aprecir una buena cantidad de marisco en el relleno, langostino para ser exacto.
Para terminar unas albóndigas. Acompañadas de una salsa muy sabrosa, ellas jugosas, se nota que la cocina es artesana al cien por cien, cocina tradicional yo diría que muy casera y de buen producto.
El precio, como se puede comprobar, fue muy contenido. Una comida que me gustó y que me pilla a escasos metros de casa, de hecho el local que ocupa era el antiguo ginmasio de Paco (Francisco Aristín) el Hirosima, un lugar donde pasé muchas horas de mi juventud practicando judo y donde conocí a una buena cantidad de mis habituales amigos.