Hemos Comido…en De Morro Fino, celebrando mi 59 cumpleaños, que se dice pronto.
Para mí se ha convertido en uno de los indispensables de la ciudad, cocina de calidad a buen precio, cartas sin rarezas, raciones clásicas y cocina artesana. Si te pasas a primera hora de la mañana ya está Emilio preparando la comida del día y eso es algo que se nota, elabora artesanalmente prácticmante todo. Aquí podeis observar la carta.
De aperitivo unas alcachofas confitadas, una con gambón y la otra con carne, un espectáculo.
Yo empecé con una ensalada de chipirones y mejillones. Algo inusual para mí, se me hizo extraño pero me gustó, chipirones y mejillones con una ensalada muy bien aliñada, un fresco comienzo.
El otro comensal tomó alcachofas plancha. Formaban parte del menú del día y resultaron estar muy bien hechas, pero la alcachofa no estaba en su mejor momento, algo que al terminar la comida y charlar un rato con Emilio nos corraboró y se mostró más partidario de la alcachofa riojana en detrimento de esta procedente de Valencia.
De segundo tomé lasagña de cordero. Todo un descubrimiento, yo me esperaba algo más potente y resultó ser suave, sabrosa, de textura sedosa, una delicia.
Gallete de atún y verduras. La cabeza del atún atesora algunos de los bocados más preciados de este pescado. De ellas, las más conocidas son el mormo, contramormo y morrillo (situadas en la parte superior de la cabeza), en la zona media de la cabeza se encuentran la facera, el paladar del atún y el galete. El galete es sabroso y meloso, de potente sabor, envuelve el paladar con su potencia, pero no es para paladares pusilánimes, es algo que o te vuelve loco o lo aborreces. Lo había tomado en otra ocasión anterior y me encantó, así que se lo recomendé a mi acompañante y dio buena cuenta de él.
Y los vegetales que acompañaban al atún le gustaron un montón, si es que Emilio los trata como nadie, tantos años haciendo Vegetalíssimo se notan.
Postre invitación de la casa para celebrar el aniversario.