Hemos Comido…en Manil, uno de mis lugares preferidos para tomar el vermut o unas copas, y sobre todo por su arroz con bogavante.
Manil está un tanto escondido, en la calle Cardenal Cisneros, pero muy cuidado en todos los aspectos, buen vino, buenos combinados y siempre tapa, algo que para mí aporta valor añadido, por muy humilde que sea.
Esta vez la tapa era de ensaladilla, para pasar el blanco o el vermut mientras esperas al resto de los comensales.
Comenzamos con unos mejillones en salsa, que por cierto hace muy bien. Con una salsa tan sabrosa que cuando acabas los mejillones empiezas con el pan hasta que brilla el plato.
Seguimos con unas almejas a la marinera. También muy buenas y al igual que con los mejillones, al finalizar con el bivalvo, leña al pan; así que al segundo pase ya me había comido una media barra.
Y llegó el plato estrella, arroz con bogavante. Con una buena carga de marisco para cuatro comensales que éramos y que pudimos disfrutar de este marisco procedente del Cantábrico, que aportó gran sabor al arroz. Los cuatro comensales coincidimos en lo excepcional del guiso, que se ha convertido con el paso del tiempo en todo un clásico de la cocina de Cantabria.
De postre flan de manzana.
Sigue como lo recordaba, un lugar acogedor y unas elaboraciones de calidad con producto de primera.