Hemos Comido…en La Chalota en Muriedas, llevaba bastante sin repetir la visita.
La visita mereció desde luego la pena, cocina clásica con guisos de siempre, cada día más difíciles de encontrar. En esta ocasión me encontré con tres compañeros de trabajpo que suelen venir aquí, los tres son de buen diente. Venía pensando en su sistema de eliminación de humos integrado en las mesas, por lo que tenía en mente la carne a la brasa, pero al ver la carta las cosas cambiaron.
Oreja a la plancha con mostaza. Una elaboración que no se encuentra en ninguna parte y que es el resultado de hacer en la plancha la oreja troceada, dejarla crujiente y sabrosa gracias a la buena cantidad de gelatina que la acompaña, se agolpa y se pega entre ella, por lo que separla en trozos resulta complicado. Esa gelatinosidad es lo que le da una textura única. Acompañado con dos de mis mostazas preferidas (mostaza a la pimienta verde y a la antigua de Maille, mostazas de Dijon con mas de 250 años a sus espaldas).
La mostaza es para mí un imprescindible dentro del mundo de los acompañantes de las carnes y de algún pescado. Un gran desconocido para mayoría del publico general, pero todo un recusrso para mí. La Maison Maille es heredera de un legado que perdura en el tiempo dejado por Antoine-Claude Maille y sus 84 mostazas sublimes y 120 vinagres, todo un mundo.
Después de tan agradable encuentro, otro también de igual intensidad, unas carrilleras. Últimamente está difícil encontrar carrilleras de vacuno, es más fácil que aprezcan en las cartas las de ibérico o de cerdo blanco, entre otras razones porque son más blandas y por tanto necesitan menos tiempo de cocción. A mí siempre me han gustado las de vacuno mayor, mucho más sabrosas y jugosas. Estas venían acompañadas de salsa de vino tinto con gran cantidad de cebolla y también zanahoria, muy buena la elaboración.
De postre una mousse de frutas del bosque.
La comida resultó una maravilla, cocina de siempre, empezando por una de las más clásicas tapas de nuestra cocina, hoy en día imposible de encontrar y unas carrilleras de las de siempre, de vacuno, tengo volver a este sitio más a menudo.