Comida en El Hostal, donde te acercas con una sonrisa ya que sabes que vas a triunfar.
Tres comensales, Menchu nos tenía preparado a perfecta temperatura un Raventós i Blanc, Texturas de Pedra.
Comenzamos con unos rejos a su manera. Una pasada, la presentación y la elaboración, asentados sobre una ligera cama de ali-oli. Se concoce como rejos a las patas de pota o calamar, que se suelen utilizar para hacer rabas. Siempre ha habido más demanda de los cuerpos que habitualmente suelen ser mas caros, pero estos de magano ya son otra cosa, el magano de este tamaño resulta más blando y sabroso que el más grande, entre otras cosas porque se frie lo mínimo. En resumen, una elaboración de lujo, esto es elevar al rejo de categoría.
Ensaladilla con sardina ahumada. Una elaboración que da un vuelco a la famosa ensaladilla, muy tradicional pero diferente, sabores de siempre, visiones modernas. Una ensaladilla sin cargar de mayonesa y con los ingredientes de siempre de casa recién hechos, algún encurtido y sardina ahumada que aporta el toque distintivo.
Bonito escabechado en el momento. Existe un antes y un después a este escabechado, pues enaltece al bonito. Hasta hoy la mejor elaboración de bonito que he probado. Un escabechado mínimo con un ligero sabor a viangre, un pimiento de exposición y un punto del pescado «perfecto».
Vieiras con panceta y puerros. Estoy un poquito harto de vieiras, zamburiñas y demás familia sin origen conocido, más bien de origen sospechoso, pero hoy ha quedado claro que el origen marca la diferencia. La elaboración de Gustavo ha dejado muy alto el pabellón de la vieira, en cuanto a texturas, sabores y matrimonios. Un mar y tierra complicado, pero glorioso.
Merluza con pil-pil de sus pieles. Todo el que me lee sabe que odio la merluza, pero hoy he hecho una excepción, y por cierto me ha gustado. Creo que Gustavo ha intentado llevarme hacia el lado oscuro, no lo ha conseguido del todo, pero casi.
Cambio de vino, pues se terminó el Raventós, a un cava rosé de nombre muy sugerente, Climax brut nature, una correcta elección.
Albóndigas de lechazo, aptas para celiacos. Muy similares al taco de lechazo, pero en formato albóndiga. Espectaculares, acompañadas de un parmentier y de una salsa de gran sabor.
Como final huevo frito sobre cama de patata panadero y trufa, BRUTAL. Primera impresión de una elaboración con una trufa silvestre de Cantabria. Se apreciaba gran sabor a hongo, a sotobosque, imperando el yodo e impronta a avellana, sin ningún tipo ni de aroma ni de sabor a metano, de gran calidad organoléptica. Otro tesoro gastronómico de Cantabria.
Trufas silvestres de Cantabria, no han sido cultivadas, sin abono, totalmente ecológicas, de la cual una muestra ha caído en mis manos antes de que se empiecen a comercializar. Aqui podeis Conocer mas sobre este nuevo tesoro gastronomico
De postre PX y flan con helado de mascarpone.
Tres comensales, el RCP no puede ser mejor. Un sitio al que siempre da gusto acercarse y donde la sonrisa no desaparece de la cara.