Días de Sur ha experimentado, desde su cambio de gerencia, un gran crecimiento cualitativo.
Ya nos hemos acercado en varias ocasiones a disfrutar de sus raciones en barra y a su inauguración, donde compartimos mesa con Teresa, que a día de hoy regenta la sala. Teresa cuenta con un bagaje profesional difícil de superar, tanto en Cantabria como fuera de nuestra comunidad; sumiller de muy alta formación, y fuera aparte de sus cualidades profesionales, es una muy buena y querida amiga.
Antes de pasar a mayores nos situamos en nuestra habitual zona de caza, la barra, donde disfrutamos de un rico aperitivo, un cava de Frixenet Vintage que forma parte de nuestros preferidos, y que acompañamos con la clásica tapa española, unas olivas.
También para acompañar al cava, unos boquerones un tanto diferentes pero no por ello menos gustosos, más bien al contrario. Tanto nos gustaron que repetimos de ellos en la comida, les diferenciaba que no estaban separados los dos lomos, con el cuerpo del bocarte entero, lo que aporta mayor jugosidad y un aspecto muy atrayente, al menos para mí, ya que al tener la piel intacta te esperas algo más natural como un escaldado, para encontrarte con un jugoso boquerón, son una pasada.
Cambio de tercio, en la mesa un De Nit de Raventós, también dentro de nuestro ranking de cavas favoritos.
Y repetimos de los boquerones de la barra (bocarte el pez, boquerón en vinagre, anchoa en salazón, así se conocen en su lugar de origen).
Continuamos con un clásico del grupo, la ensaladila. Algo que hay que probar, ya que no hay otra de similares características
Tomé de segundo flamenquines, en la versión de Días de Sur. Me gustó esta interpretación de la elaboración cordobesa, eso sí, los omnipresentes pìmientos de tipo Padrón me sobran en todas partes, lo que no me sobran son las maravillosas patatas fritas.
El flamenquín consiste en trozos de jamón serrano (macerados en vino) enrollados en lomo de cerdo, rebozado en pan rallado y posteriormente frito. Se suele acompañar de patatas y mayonesa o de ensalada de tomate, aunque a mí siempre me ha gustado acompañarlos de otro de los grandes clásicos cordobeses, la lechuga frita.
Mi acompañante tomó bacalao con salsa de tomate, un exponente de la cocina cántabra tradicional, el tomate es uno de los grandes vegetales de nuestra tierra y por ende de nuestra cocina.
Para terminar tarta rota, un buen final.
Días de Sur pasa a ser uno de los recursos de más valor gastronómico de la zona, contando con que ya hay bastantes, de Puertochico, que se situa entre las más valoradas, gastronómicamnte hablando, de nuestra ciudad. Y con Teresa al frente tengo claro que, además, va a ser uno de los imprescindibles.