Hemos comido….en el Chiringuito del Puntal, ¡Chuleta con patatas….del Puntal!.
Junio 2015. Un año más volvemos al Chiringuito del Puntal. Dejamos atrás el invierno y esa primavera cántabra, casi imperceptible, que pasa sin que uno se dé cuenta. Como junio ha venido bueno y sabíamos que el chiringuito había abierto pronto este año, quisimos acercarnos a comer y palpar como se presenta la temporada.
Ricardo, siempre preocupado por tener el local preparado para trabajar a gusto, dar buen servicio a los clientes y cuidar la decoración marinera, este invierno también ha realizado cambios importantes, no tanto en el “puente” donde ha mejorado los cierres para hacer más agradables las comidas y cenas cuando el tiempo así lo requiere y cambiado la cubertería (Cruz de Malta, hecha en España) como en la “maquina” donde ha realizado una importante mejora en la plancha y sistema de extracción de la cocina. También ha movido el pabellón pasándolo a popa. El “barco” está listo para “capear” los “temporales” que seguro vendrán los fines de semana de agosto.
Nos sentamos a comer, 4 comensales. Casualidad, era el cumpleaños del patrón y nos puso de aperitivo una tartera de arroz con bogavante, cocinado por él, mismo rancho que había comido su gente. Algo caldoso, el arroz al punto y sabroso de sabor.
Ya metidos en canción, con la idea de compartir la comida, pedimos una ración de tomate del país, siempre en su punto de madurez, buen color, sabroso y fresco y unas albóndigas de bonito, las primeras del verano. No fallan.
Seguimos con un rodaballo a la plancha. Todos coincidimos que perfectamente cocinado y muy sabroso. Hay una buena mano en la plancha. Este pez, así cocinado, es una delicia, ya sea salvaje o de acuicultura (Stolt Sea Farm los cría de gran calidad, www.prodemar.com. Este es un bonito tema de debate que dejamos para otra oportunidad).
Como somos de buen diente y teníamos hambre, pedimos una chuleta troceada. Nos pueso una carne tierna, jugosa pero con buen sabor a vaca. La acompaño con una fuente de patatas….¡del puntal!. Imposible….pues va a ser que no.
Ricardo, que no para quieto, está desarrollando su propio experimento agrícola-ecológico gastronómico. Empezó, para llevar la contraria a los que le decían que era imposible, con varias plantas de patatas el año pasado que dieron su fruto, y este año pues ya tiene su pequeña huerta experimental con patatas, lechuga, limonero, cerezo…que está creciendo estupendamente ante el estupor de los escépticos. ¡Tendremos que estar atentos a catar los frutos!.
De postre, tarta de chocolate, muy buena, y tarta de queso, no tanto. Ha cambiado la receta que hizo famosa a Elena. Hay que volver a las raíces.
La comida, regada con varias botellas de blanco rueda-verdejo de herederos de Marques del Riscal, espectacular para acompañar esta comida en un día soleado.
Y luego, café y Gin Tonic por cabeza. Este último, invitados por Rubén, cabeza de la barra y que también cumplía años, muchos menos que nosotros a tenor de la generosa cantidad de ginebra que acostumbra a poner en sus Gin Tonics.
No pague la cuenta pues invitó otro comensal, pero fueron 240 euros. Podéis ver la lista de platos y precios en la pizarra del local.
En definitiva, otra buena comida en el puntal. Está de moda y tiene reservas con meses de anticipación para celebrar todo tipo de eventos así que un aviso, si tenéis idea de ir a comer, en fin de semana soleado hacerlo con tiempo, mejor a primera hora , o a última. No se reserva y dan número por orden de llegada. Nadie se queda sin comer….aunque sea a las 5.
Por Kiki