Hemos Comido…en Anna, en esta ocasión acompañado de Pepe Barrena, un buen amigo y crítico gastronómico, entre otras muchas cosas.
Agosto 2015. De vez en cuando nos reunimos Pepe y yo delante de una buena mesa para cambiar impresiones. En esta ocasión nos tocó comer en Anna, el local recientemente abierto por Gustavo y Menchu en el paseo de Menéndez Pelayo de Santander.
Ya los visitamos en ocasiones anteriores en La Nueva Torruca, lugar que regentaban hasta este cambio de ubicación y del que guardábamos un excelente recuerdo.
Comimos con un vino rosado de Navarra: Las Campanas. Un vino de garnacha, de color rosa con reflejos violáceos. En nariz se presenta fresco, intenso, con notas de frutas rojas y un fondo floral. En boca es suave con las mismas frutas que en nariz, equilibrado y persistente. Un vino que fresco acompaña bien una comida de principio a fin.
Buscando información sobre el rosado me encontré con este artículo «El clarete, el vino ‘cutre’ que resiste en la clandestinidad» , que creo deberíais leerlo.
Pretendo que este artículo sea una descripción de la comida sin más, ya opinará sobre ella nuestro anfitrión Pepe Barrena.
Tartar de alistado con tallarines de su jugo. El langostino alistado es una variedad de langostino salvaje, también llamado gamba roja, por su color rosáceo. Alistado significa que tiene rayas. Una elaboración muy natural rodeada por un cordón elaborado con los jugos de las cabezas.
Gamba, manteca de erizo y aguacate. Aún estando a continuación de algo tan similar como la elaboración anterior no se dejó eclipsar.
Bonito escabechado al momento. Otra de las elaboraciones que borda Gustavo, los escabechados.
Maganos salteados. Para mi gusto la manera mas sublime de elaborar un magano: un poco de fuego y sal.
Lubina cocinada sobre sal de algas. Un clásico de la cocina marinera, los pescados a la sal.
Lomo de liebre en su jugo, colifror y migas de anchoas. Algo que no podia faltar en un menú de Gustavo, la caza.
Guiso de manos y morro. Todo un clásico de la cocina española, elaborados con una salsa de callos.
Para terminar dos postres que tampoco nos dejaron indiferentes: tocinillo y fresas; higos macerados con tomillo y Oporto.
En resumen, una comida a la cual yo le pondría matrícula de honor por todo, elaboración, producto, servicio. Veremos que opina nuestro anfitrión cuando leamos su artículo.
Aqui os dejo la valoracion de Pepe Barrena
Por El Mule