Hemos Comido…en La Parrilla Ginés, se nota una evolución a mejor, quizás el cambio de dirección puede influir en ello.
Mi primer contacto fue hace unos días que me pasé a tomar un pincho de tortilla, este desayuno me decidió a incidir más en su oferta culinaria. La tortilla estaba muy buena, jugosa y de buen sabor, patata bien pochada y buena cantidad de huevo, también me gustó el pan que la acompañaba.
El pan es un apartado que para mí es muy importante y que puede arruinar una comida. Este me gustó desde el pincho anterior y esta vez en la comida me corroboró su calidad.
Alubia fina, roja, guisada perfectamente y con un caldo bien ligado; compango el imprescindible, un poco de chorizo acompañado por unas piparras picantes, como lo pide el plato, un guisote invernal cien por cien. Esta alubia local se las suministra un paisano, la legumbre tiene suficiente carácter como para tomarla sola como un carico, muy fina.
Chorizo criollo. De entrada bien hecho, un buen chorizo con trozos, no de textura puré y con sabor, sin toneladas de grasa. Me agradó mucho el chimichurri que lo acompañaba, ración generosa, servido en un plato cerámico caliente, una buena idea si comes en una terraza como es el caso, así se mantiene mientras lo comes.
El chorizo criollo es uno de los embutidos más exquisitos que podemos encontrar en nuestras carnicerías para disfrutar de parrilladas y barbacoas.
Por regla general, el criollo es un chorizo que puede diferenciarse bastante bien a simple vista. En su elaboración se suele usar en torno a un 30 % de carne de cerdo y un 70 % de vacuno, por lo que se consigue una consistencia y una mezcla de sabores única.
Lo primero que salta a simple vista es que el criollo no incorpora ni gota de pimentón. Los chorizos locales suelen tener un intenso tono rojo que proviene de esta especia, un aditivo que no se utiliza en ningún momento en la elaboración del chorizo criollo. Así, este chorizo mantiene el tono de la misma carne, lo que lo hace muy fácil de identificar.
Otra característica del criollo es que no se cura en ningún momento. Su compra se realiza en crudo, y es que es el proceso de cocinado posterior el que terminará de sacar a relucir todo el sabor de un chorizo que no puede comerse crudo de forma alguna.
Un buen entrecote generoso, punto perfecto y servido en un plato caliente que lo mantiene algo muy importantes. Carme con sabor, la tome sin añadir sal, tersa, vacuno mayor.
Una comida muy placentera con especial cuidado en el producto, los guisos se miman de verdad y a todo se le aplica un gran toque de cercanía.