Hemos Comido…en Casa Setién tras la reforma hecha hace pocos meses, con la que se añadió un mesón cafetería a las instalaciones, se ha vuelto a comer a este clásico restaurante de Oruña.
El local cuenta con todo tipo de comodidades y servicios y su cocina, de corte tradicional, se basa en los productos de temporada. Casa Setién no sólo es un restaurante tradicional, sino que además es un espacio en el que poder organizar catas de los más diversos productos vinculados a la gastronomía, presentaciones y demostraciones de todo tipo con salones de diversas capacidades que incluso permiten la celebración de todo tipo de bodas y banquetes. Llama la atención su cuidada y amplia carta de vinos con más de 300 referencias de vinos tanto nacionales como extranjeros.
Además desde hace escasos meses cuentan con un nuevo espacio dentro de las instalaciones de este complejo de hostelería: Un bar-cafetería, que como el resto de las instalaciones está perfectamente acondicionado. En este bar es donde ahora se sirve el menú del día y sirve estupendamente como mesón donde poder tomarse unas ricas raciones o algo de tapeo.
El comedor principal de la planta baja de Casa Setién es él que habitualmente se utiliza para comer a la carta. Actualmente este restaurante se encuentra en línea ascendente en lo que a su cocina se refiere.
La actual carta presenta una línea de platos totalmente tradicional y a la vez estupendamente presentada en un menaje vajilla, cubertería, cristalería que resalta todas y cada una de las recetas que se emplatan en ellos.
Su cocina se basa en productos de temporada.
Por lo tanto buena parte de los platos cambian con cada estación para poder ofrecer a sus clientes lo mejor de cada momento del año.
En la actualidad mantiene tres líneas de trabajo. Por un lado está el gastrobar, donde se halla una cocina más informal y rápida; el restaurante de carta, brillante y espectacular tanto por la puesta en escena como por sus especialidades; y, finalmente, la faceta de banquetes, donde las instalaciones permiten albergar eventos con una capacidad de hasta 300 comensales.
Uno de los aspectos que más pueden valorar los clientes en Casa Setién es la fórmula encontrada para seguir evolucionando sin introducir cambios revolucionarios en su oferta culinaria. La cocina mantiene una línea tradicional, la que espera el comensal habitual, pero siempre hay sitio para la sorpresa, para un plato nuevo.
Al frente de los fogones, está un joven chef, con experiencia, con ideas y ganas de agradar, Rubén Tejerina, que encuentra el apoyo y la experiencia del equipo habitual de Setién.
La carta de Casa Setién cuenta con platos de siempre con otros actuales: micuit de foie marinado, almejas, rabas, croquetas, pastel de cabracho, ensaladas, tartar de ventresca, carpaccio de corzo, panaché de verduras, alcachofas marinadas, judías a la naranja con huevo poché y foie, verdinas, sopa de pescado, guisos.
Destacan el arroz con bogavante y el risotto de bacalao y hongos; los pescados (chipirones, merluza, bacalao, rape…); las carnes (cordero, manitas, mollejas, entrecot, solomillo, chuletón, callos…); y los postres caseros.
En la ultima ocasión y dejando a un lado anteriores experiencias referentes a los antiguos dueños, donde por hacer referencia a alguno de los platos gratamente recordados (angulas, las tablas de fritos, el cochinillo, etc.).
Fue una comida de trabajo, donde se compartieron varios entrantes, micuit de foie, excelente, almejas, frescas grandes y muy bien preparadas en su justo punto. Y otro de mis favoritos carpaccio de corzo excelente. De los segundos solo hablare del mío pues es para recordarle, el tartar de ventresca algo delicioso. Los demás comensales tomaron merluza, manitas y risita de bacalao, al no haber la suficiente confianza no me atreví a preguntar por la comida. Pero en general muy bien. El servicio excelente y el entorno maravilloso. Tenemos que volver pues me he quedado con ganas de hacer un artículo mas amplio.