El dominio de Pablo es la sala, donde anima a todos los clientes a compartir unas risas con él, su vida es un continuo animar a la gente, siempre diligente y de buen humor. El otro componente de este dúo es Emilio, que en la cocina guisa y mima el producto como un maestro.

El menú diario es un plato único, pero suficiente para hacer una comida, más la bebida y un postre. Hoy el menú se componía de lentejas con foie o ensaladilla de gambas. Después de llenar prácticamente el aforo la mayoría de los comensales optó por las lentejas, a excepción de unos pocos que prefirieron la ensaladilla; hoy el día pedía guiso caliente.

Yo empecé con unos aperitivos:

✅️ Hígado de rape con huevas y tomate sobre cachelo con salsa de soja. Sublime, cada día me gusta más el hígado de este pescado.

✅️ El siguiente aperitivo, un clásico de la cocina santanderina, bocartes rellenos de pimiento y queso de La Jarradilla, muy presente en las casas de la bahía de Santander.

✅️ Seguí con un par de alcachofas confitadas, pero confitadas con la mayoría de las hojas, como a mí me gusta, para rechupetear las duras y dejar para el final el corazón.

✅️ Y sigo de paseo gastronómico por la bahía, arroz blanco con cachón en su tinta. Delicioso, cortado en dados justos de tamaño y blando, a punto de deshacerse como es típico en este guiso. Ración super generosa, el postre me lo salté, después de ración no cabía nada más.

Hay que tener en cuenta que te sirven también una generosa ración de pan de dos tipos, uno de mezcla de maíz con pipas y otro de torta de trigo.

Si no lo conoces no sé a qué estas esperando. Cocina de siempre, honesta y bien trabajada.

Por El Mule

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