Hemos comido…en este mesón típico en el centro de Cáceres, era la primera vez que me desplazaba a esta bella ciudad de Extremadura y me dejo impresionado la belleza de su casco antiguo.
Nada más llegar y con un hambre de narices decidimos caer en el primer lugar que encontrásemos y fue este sitio, total que decidimos picar algo en la barra, pedimos unas cañas y una ración de solomillo ibérico con torta del Casar y una de jamón ibérico. Bueno de entrada antes de pedir nos colocaron una tapa con las cañitas lo cual es de agradecer y es una costumbre que se está perdiendo a lo largo de la geografía española que no hace mucho era algo muy extendido.
El lugar tiene comedor pero decidimos comer en la barra, de entrada comimos el jamón, y era jamón, no era paleta entre veteado y con ese sabor característico del ibérico, la ración muy buena. La sorpresa nos llegó con el solomillo de ibérico, estaba en su perfecto punto y con una crema de torta del Casar que lo hacía delicioso. Bueno al final quitamos el hambre y ya tenemos un lugar al que volver. El personal de la barra encantador, y además asistimos a una conversación que no olvidaremos en la vida «Diario de un preparador de cadáveres». En cuanto al precio «increíble» nos sorprendió por lo barato.