Hemos Comido…en La Mar Brava, mi primer peruano, donde Daniel sigue fiel a la tradición gastronómica de su país y nos permite saborear una suculenta y diferenta cocina.
El restaurante se encuentra en una modesta zona y como tal resulta igual de modesto que el entorno. Según algunos de los comensales, conocedores de Perú y habituales de Sudamérica, el local está de cine en comparación con la mayoría de la oferta del pais andino.
El aperitivo comenzo con unas cervezas en la barra, unas cusqueña. Nada más sentarnos a la mesa nos sirvieron un coctel Pisco Sour macerado en chicha de mora, acompañado de canela y unos hielos. Un fresquisimo coctel fruto de la unión entre en maiz morado y el pisco, consiguiendo un refrescante combinado de agradable sabor. Un aperitivo excelente similar a la chicha de mora, pero con pisco.
Por cierto eramos cuatro comensales. Comenzó la degustación con un piqueo criollo, donde nos presentaron unos anticuchos, chicharrones de cerdo y tamales. Los anticuchos aquí los hacen excepcionalmente bien. El anticucho es un tipo de brocheta de origen sudamericano que, con diferentes variaciones por país, consiste en carne y otros alimentos ensartados en un pincho, el cual posteriormente se asa. Este, en concreto, es de corazón de vacuno macerado, quedando con una textura suave y un fuerte sabor; similar al hígado, pero algo más suave.
Los chicharrones son en realiadad pedazos de panceta cortada bastante gorda y muy bien frita, acompañados de algo de cebolla amortiguada, lavada con agua y sal para quitarle poderío. Una colaboración excelente, me gustó mucho y me sorprendió.
Y para terminar el piqueo algo que en todas las ocasiones que he probado nunca me han gustado nada: los tamales y ahora se el porqué. La razón es muy sencilla, todos los que había probado con anterioridad estaban mal hechos. Estos resultaron una delicia, lo comentamos todos los comensales entre los que había un cocinero.
El tamal es el nombre genérico dado a varias recetas de origen amerindio preparados generalmente con masa de maíz rellena de carnes, vegetales, chiles, frutas, salsas y otros ingredientes, envuelta en hojas de mazorca de maíz o de plátano y cocida en agua o al vapor.
Continuamos con una ronda marina, un arroz con mariscos, jalea mixta, ceviche mixto y mini coctail de leche de pantera. La leche de pantera es el jugo del limon o lima resultante del marinado del cebiche, aquí nos lo sirvieron como un coctail. Es leche de pantera si el color es negro debido al color que aportan cietas ostras del Pacífico. Aquí, ante la imposiblididad de conseguir esas ostras, lo ennegrecen con un poco de tinta de calamar. Este coctel a mi me encanta, con un toque de ají resulta delicioso y así nos pareció a los cuatro comensales que éramos.
Jalea mixta, es una fritura en esta ocasión de calamares y pescado, similar en textura a las frituras japonesa de tempura. pero con algun añadido más a la harina, esta en concreto tenía algo de sesamo, me gustó muchísimo.
Formando parte de esta degustación marinera nos encontramos con el ceviche, punta de flecha de la cocina peruana. Un cebiche mixto de pulpo y pescado, este en concreto era de perca, pero la verdad es que estaba muy a mi gusto y al de los demás comensales.
Para terminar lomo saltado en dos versiones: pollo y carne de vacuno, flambeado con guarnición de arroz y patatas fritas. Una auténtica bomba, después de ir ya servidos con las dos degustaciones anteriores, para terminar el apartado de salados un lomo saltado, dos raciones, una con carne de pollo y otra de vacuno. Se trata de una elaboración de carne flambeada con un acompañamiento de patatas fritas y arroz, vamos, como para atravesar el desierto. Yo que soy poco amigo del pollo, la elaboración que lo incluía fue la que más me gustó. Para acompañar batata y maiz frito.
El lomo saltado es una receta peruana. Para ser más precisos es un plato fusión que mezcla elementos de la comida china con la comida peruana. Este plato típico peruano se realiza en un wok, con la técnica de salteado lleva salsa de soja y tiene entre sus ingredientes al ají amarillo. Además se hace con pimentón, tomate y cebolla, entre otros. Y se le acompaña con patatas fritas y arroz.
De postre tiramisú al pisco, budin con pasas y crema volteada. La crema volteada es un postre similar a un flan, el budin es un bizcocho de pan, este ultimo le hacian mucho en casa de mis padres, y por ultimo el tiramisú que creo que todos conocemos.
No podían faltar unos chupitos de pisco. El pisco peruano es una denominación de origen que se reserva a la bebida alcohólica perteneciente a una variedad de aguardiente de uvas que se produce en el Perú desde finales del siglo XVI. Es el destilado típico de este país, elaborado a partir del vino fermentado de ciertas uvas (Vitis vinifera). En fin, una buena comida bien elaborada, hay que seguir conociendo esta cocina tan de moda.
Por El Mule