Hemos Comido…en Azabache, una muy grata sorpresa de menú con el aliciente de que avisando te lo preparan apto para celiacos.
Abril 2016. Gracias a poder hacer una cena sorpresa completa sin gluten y a Marcos, chef del resturante, pasamos una velada inolvidable, pues todas y cada una de las elaboraciones merecían la pena.
El menú degustación consta de nueve elaboraciones y un postre.
Durante la cena nos acompañó un Vionta 2013. Albariño de color amarillo pálido con destellos dorados y verdosos, limpio y brillante. La nariz es de buena intensidad y fresca, notas de manzana verde y hierba fresca. En boca fresco, buena acidez de paso ligero, notas amargosas.
Tiramisú de sobao, pollo tostado y queso Guerizo. Yo no soy muy amigo de mezclar dulce con salado, pero este comienzo sí que me atrajo, me gustó al paladar, a vista y la textura también resulto sorprendente.
Vieira y erizo 2.0. Una vieira acompañada de una sasa similar a la tártara y en una ampolla el erizo, con un pequeño toque ácido a manzana. Seguimos por el camino de la sorpresa, mar, yodo y manzana.
Tosta de ajo negro, tahini y langsotino 52º. La tosta era un prensado de polvo de ajo, de gran sabor, los langostinos puntual y justamente planchados, algo de fungi. Un conjunto excepcional, dificil de comer, pero excepcional. La salsa Tahini, también llamada Tahina o Tahin, es una pasta de sésamo que se utiliza para untar directamente en pan o como complemento para otras recetas.
Anchoa ahumada, queso pasiego y pimiento. El ahumado potencia un montón el sabor de la anchoa, recordándome esos sabores de la infacia perdidos, donde las anchoas sabían de verdad. Mi anchoa estaba acompañada de una mini tosta de pan (la de mi acompañante celiaca no) y de una crema de queso pasiego, matrimonio total.
Sopa de pescadores. Esta sopa ya la había probado en otra ocasión y me gustó bastante, creo que fue en un concurso regional de pinchos. Viene acompañada de un par de esferificaciones, algún trozo de pescado, pulpo y langostino. Exultante de sabor a mar.
Bombón de bacalao, pil-pil y churro de pan. El pan, por supuesto, apto para celiacos y un bombon que cuesta un poco comerlo de una vez por su tamaño, pero que una vez en la boca explota en sabor a bacalao. Una gozada.
Y para terminar con esta serie de snacks, foie aceituna y fresa. Sorprendente conjunto, suave a momentos, ácido a otros y con cierto toque salado. En la misma línea de todo lo anterior, gratamente sorprendente.
Merluza, roca de miso y berberechos. Aquí tuve que reconocer que me gustó la merluza (habitualmente no me gusta nada), quizas la clave fue que sabía deliciosamente a berberechos, también fue una agradable sorpresa de sabor la roca de miso.
Lomo de buey, espárrago, batata y berenjena. Un taco braseado de lomo en su punto, carne con un pequeño toque de tersura y un gran sabor, acompañado de algo que no había probado nunca y que me cautivó: berenjenas en escabeche argentinas, un acompañante como pocos de la carne.
De postre diamante de queso, hierba luisa, sable y calabaza. De vistosa presentación, variadas texturas y agradables sabores. Un final estupendo.
El menú tine un precio inmejorable 28€ IVA incluido, unas elaboraciones diferentes a lo habitual en nuestros restaurantes y además con la posibilidad de que esté libre de gluten. Para mí resultó una agradable sorpresa. Voy a volver en breve, seguro.
Hay que reservarlo, solo está disponible viernes y sábado noche, y si hay algún comensal celiaco hay que advertirlo.
Por El Mule