Santander en particular y Cantabria en general son feudo de los mejillones a la hora del vermut, En cada casa y cada bar son distintas, pero la base suele ser la misma, mejillones,  pimentón y guindilla.

Comenzamos limpiando y cociendo los mejillones, siempre de un tamaño medio, lo bueno del mejillón es que no sea excesivamente grande pero que llena la cascara.

A la hora de cocerlos los hacemos en una sartén con un poco de agua y según se van abriendo los pasamos a un escurridor lo menos cocidos posibles, los separamos de las cascaras y los reservamos.

En otra sartén freímos una cantidad generosa de ajos con un par de guindillas, cuando están dorados le añadimos un par de cucharitas de café de pimentón de la Vera, lo tostamos levemente y añadimos los mejillones.

Se le añade un chorrazo de manzanilla la Guita y se les da un hervor hasta que consuman un parte importante de la manzanilla y quede una salsa mas espesa.

Por El Mule

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